Linux fue un proyecto que inició Linus Torvalds en 1991. Él trataba de escribir un subtituto de Minix, un sistema operativo que fue escrito por Andrew Tanenbaum en 1987 como un ejercicio académico. Hay un libro sobre el trabajo realizado y además, Minix puede conseguirse en la red de forma gratuita. Sin embargo, la idea de Torvalds de pronto cobró forma y un moderado auge en el mundo del cómputo abierto, que hay que reconocer, fue en gran medida gracias a las ideas de Richard Stallman, quien incluso dejara su trabajo en el MIT al saber que no podía repartir parte del código que ahí se producía.
Así nace Linux y su historia es apasionante. Es increíble ver programadores, como tú o como yo, que se han aplicado por cambiar las condiciones alrededor suyo y de pronto han creado programas que no le piden nada a las versiones comerciales. Linux es solamente una parte importante del mundo del código abierto pero desde luego, hay muchos otros esfuerzos como fueron en su momento OpenOffice (el cual palidece por problemas con los dueños del mismo, Oracle), o bien LibreOffice, que parece ser el esfuerzo más interesante en la parte de las suites informáticas libre y de código abierto.
La idea de compartir el código no es del todo mala. Las empresas han buscado proteger sus inversiones cerrando el código, haciéndolo propietario y sacando utilidades de la venta del mismo. Sin embargo, el modelo del software libre permite la posibilidad que cualquiera se haga del código fuente, o del ejecutable y que incluso lo venda. Obviamente si la gente sabe que se puede conseguir de forma gratuita, difícilmente esto funcionará al eventual vendedor. No obstante esto, los programadores que donan su código y lo hacen accesible a los demás pueden por una parte, aprender de lo que hacen otros o bien, si lo quieren, dar asesoría o soporte técnico sobre este tipo de programas y herramientas de software. De hecho, en México había un “vagonero” en el Metro que vendía una versión de Linux por 20 pesos y por unos 50 más, iba hasta tu casa, te lo instalaba y te aconsejaba los pasos a seguir para aprender a usarlo.
Existe un documental que habla de Linux, “The Code”, el cual puede verse aquí:
Dura aproximadamente una hora y salen algunos de los artífices del movimiento de código libre, incluso nuestro compatriota Miguel de Icaza. El documental fue realizado por el finés Hannu Puttonen y vale bien la pena verlo. Es una manera de documentar lo que por muchos años quizás hemos usado y que no estamos al tanto de los esfuerzos de llegar hasta donde estamos ahora.
Referencias: