El futbol parece estar peleado con la tecnología. La FIFA ni siquiera aprobó los ensayos para implementar el uso del video como apoyo para los árbitros tras la pasada asamblea general del Comité Internacional de Futbol Asociación (IFAB), celebrada en Irlanda del Norte.
Al menos el tema fue tratado, que ya es mucho decir, aunque ninguno de los presentes durante la reunión manifestó algún tipo de simpatía con el uso de tecnología en video para apoyar las decisiones arbitrales y así reducir los errores de marcación, algo que sucede en mayor o menor medida en prácticamente cualquier partido de todas las latitudes.
La propuesta concreta de la implementación de tecnología en video sugiere someter ciertas jugadas polémicas u omisiones arbitrales a una revisión en repetición instantánea, algo similar a lo que hacen desde hace años ligas como la NFL, NBA o MLB con resultados satisfactorios.
Pese a la exitosa implementación de un sistema de cámaras para determinar si el balón rebasó o no la línea de gol en jugadas cerradas durante la pasada Copa del Mundo de Brasil 2014, continúa una marcada renuencia por parte de las autoridades que dirigen el futbol a nivel mundial sobre temas tecnológicos, particularmente los referentes al arbitraje.
Cerrados a la tecnología
Lejos de ver algún tipo de resolución durante la asamblea, los representantes de las diversas federaciones se limitaron en sus declaraciones y ninguno quiso ir más allá, aún a pesar de que meses atrás todos parecían haberse subido al barco de la repetición instantánea, y el propio Joseph Blatter, presidente de la FIFA, declaró que era imperioso incluir el tema en la agenda del organismo:
«Sería la mayor decisión tomada por el IFAB. Por eso es una cuestión de años, se trata de tomar la decisión más importante en la historia del fútbol».- Jerome Valcke, Secretario General de la FIFA.
«Hemos visto personalmente los datos holandeses y nos parecen interesantes, pero en esta fase es necesario que los paneles lo examinen más a fondo».- Jonathan Hall, Director de Servicios Futbolísticos de la Asociación Inglesa.
«La tecnología ha avanzado, y tenemos el deber de ayudar al árbitro, pero esto supondría un cambio fundamental en el futbol, y necesitamos más información».- Jonathan Ford, Director Ejecutivo de la Asociación Galesa.
«Los temores son dos: la desviación, es decir, hasta qué punto se permite que la tecnología influya en las decisiones del árbitro, y, si se produce esa desviación, el temor a que el árbitro delegue demasiado a menudo las decisiones en quien está en la furgoneta y eso interrumpa el juego».- Stewart Regan, Director Ejecutivo de la Asociación Escocesa.
¿Hay algo detrás?
El enfoque tradicionalista de quienes controlan el futbol fomenta el interés de este deporte en niveles de discusión de cantina, es decir, valiéndose de la polémica creada por las equivocaciones de los árbitros para generar opiniones y polarizar los puntos de vista. Es una estrategia que mantiene un ambiente volátil entre la afición, además de ofrecer a los medios de comunicación muchísima tela de dónde cortar para vender.
El uso de la tecnología no pretende cambiar al futbol, sino ayudarlo a ser más justo y ofrecer un mejor producto de entretenimiento.
Si el problema es la interrupción del tiempo de juego, ¿por qué se permite que un jugador finja una lesión? De hecho, esta mala costumbre de prácticamente todos los futbolistas podría sancionarse y potencialmente erradicarse observando en video si realmente recibió un contacto o sólo está actuando. Y de nuevo, si lo que no se quiere es detener la acción, ¿por qué se permite una pausa para que los jugadores se hidraten cuando hace demasiado calor, en lugar de cambiar el horario o la locación del encuentro?
Por alguna razón la FIFA prefiere permitir las pifias del colegiado a evolucionar. Sería ir demasiado lejos apuntar a algún tipo de control deliberado sobre los resultados en las diferentes ligas alrededor del planeta como la razón por la cual el futbol no quiere avanzar. Pero, sin duda, tal oposición al tema levanta sospechas y hace pensar que quizá existan intereses oscuros, sobre todo cuando es bien sabido que una nube de corrupción gira en torno al gran negocio que es el futbol.
Referencias: FIFA