Las empresas de tecnología hacen software y buscan, al final del día, que la gente use sus productos. Microsoft por muchos años ha tenido el Internet Explorer, el cual quizás no es malo, pero la percepción de la gente ha hecho que el producto no se use, y han optado por otras opciones, como Chrome o Firefox.
Por ello, la empresa de las ventanas decidió rehacer su navegador, lo bautizó como “Edge” y ahora quiere recuperar usuarios. Para impulsarlo ha tomado una estrategia curiosa.
Edge viene con Windows 10. La compañía dice que es más rápido, más eficiente en términos de batería y en promedio mucho mejor que Chrome y Firefox. Vamos, hasta se puede dibujar sobre las páginas web usando un stylus. Pero como no parece convencer todo esto, entonces Microsoft le quiere pagar dinero porque lo use.
Hay algo que se llama Microsoft Rewards, lo que antes era Bing Rewards, que le paga a la gente por usar Bing como su buscador. Ahora la empresa pagará por usar Edge.
Los usuarios de Edge que se registren en Microsoft Rewards, el cual por el momento sólo funciona en los Estados Unidos, se les dará puntos por simplemente usar su navegador Edge. Microsoft puede monitorear activamente si el usuario usa Edge por más de 30 horas al mes. Puede medir los movimientos del ratón y otros signos de actividad para probar que el usuario sí usa Edge y que no busca verle la cara a Microsoft. Ojo, para que todo esto funcione, hay que poner como buscador por omisión a Bing.
Los puntos pueden ser cambiados por vouchers o créditos en lugares como Starbucks, Skype, Amazon y en la versión libre de anuncios de Outlook.com. Recuerde entonces algo fundamental: si usted no está pagando por un producto, usted es el producto.
Vamos a ver si esta estrategia les funciona y si los usuarios están dispuestos a aceptar que Microsoft monitoree su hasta donde le plazca. Da la impresión que de nuevo, esta idea no tiene mucho futuro, pero démosle el beneficio de la duda.
Sin duda Edge no es un mal producto, sobre todo si se usa en Windows 10 (en una laptop usando la batería). Pero tratar de llegar al 58% de Google Chrome parece lejano. Esperemos que la empresa nos diga cómo le fue con esta idea
Referencias: The Guardian