Investigadores de la Universidad de Cornell han desarrollado una elástica piel artificial que permite sentir la presión y emite luz, demostrando un alto nivel de multifuncionalidad similar al que se observa en los cefalópodos como el pulpo.
La piel es capaz de estirarse un 500%, consta de un capacitador hiperelástico emisor de luz diseñado con dos electrodos iónicos de hidrogel en una superficie de silicio. Para permitir visualizaciones en diferentes colores, la matriz contiene sulfuro de zinc al que han añadido varios metales de transición que emiten diferentes longitudes de onda mientras pasa la electricidad.
La luz verde y azul se obtienen con distintas concentraciones de cobre; la amarilla se produce utilizando magnesio. La luz blanca es posible gracias a una combinación de estos materiales. La luminosidad de este tejido también aumenta cuando se estira porque el brillo aumenta cuando lo hace el campo eléctrico.
«La tecnología de la electroluminiscencia se emplea en los automóviles o en la señalización de edificios y carreteras. La hemos adaptado para que sea elástica y esa es la parte novedosa de nuestro trabajo», dijo Chris Larson, responsable de la investigación.
Cabe destacar que los condensadores están dispuestos en una estructura parecida a una placa, que también actúa como sensor de accionamiento que puede detectar deformaciones provocadas por la presión y la extensión.
En las pruebas, los científicos integraron la tecnología robot reptante, donde al expandirse las cámaras de manera lineal, se desplazaba hacia delante como si se tratase de un gusano.
«En cuanto a sus posibles aplicaciones, el objetivo es reemplazar muchos de los componentes rígidos con los que hoy en día se construyen los robots por unos más blandos para aumentar la funcionalidad y hacer que la interacción entre humanos y robots sea más segura. Con eso en mente, el desarrollo de componentes electrónicos que se puedan deformar de esa manera se convierte en una necesidad», agrego.
Así mismo entre las posibilidades que presenta este tejido artificial se encuentran las prendas electrónicas. «Creemos que este sistema se podría usar como una fina capa de goma que se adapte al cuerpo sin restricciones al movimiento y que se ilumine cuando sea necesario, pero que se funda con el color de la piel cuando no lo sea», dijo Bryan Peele, co-autor de la investigación.
Referencia: Newscientist, Science