Esto quiere decir que para esta misma década podríamos estar en posibilidad de viajar comercialmente al espacio. La idea central del proyecto es lanzar el cohete al espacio desde un avión, el más grande de su tipo, compuesto de seis motores tipo jumbo jet y con una envergadura de 117 metros, poco más grande que un campo de fútbol. Esta iniciativa está respaldada por Burt Rutan, pionero aeroespacial, así como por Elon Musk, magnate co-fundador de PayPal, el cual estaría encargado de la fabricación del cohete.
Y esta no es la primera vez que buscan viajes espaciales ya que en 2004, Allen y Rutan ya habían incursionado en este mercado con el SpaceShipOne, siendo el primer cohete experimental financiado por particulares y logró completar dos viajes exitosos en dos semanas. Aunque no se dio a conocer la magnitud exacta de la inversión, Allen comentó que sería de 200 millones de dólares o más, aunados a los 20 millones que invirtió para el proyecto de 2004.
Así, este nuevo proyecto se une al de Sir Richard Branson, Virgin Galactic, para llevar pasajeros comerciales al espacio suborbital en los próximos años por la módica cantidad de 200 mil dólares. Aún recuerdo en abril de 2008, durante una conferencia magistral en CTIA Wireless celebrada en Las Vegas, el mismo Branson que había sido citado para hablar de telefonía móvil tiró una bomba mediática preguntando si alguien quisiera ir con él a Marte causando una reacción entre confusión y entusiasmo por parte de los asistentes.
También Amazon, dirigida por Jeff Bezos, ha entrado a la carrera espacial por medio de Blue Origin para proveer de vuelos espaciales a un precio razonable.
Pareciera que estamos en el amanecer de una nueva carrera de las principales empresas tecnológicas por llevar a los consumidores “de a pie” al espacio, y como siempre, mientras más oferentes existan peleando por la preferencia del usuario se verá reflejado en mejores servicios a un menor precio.
Estos viajes al espacio suenan interesantes, pero tú, ¿cuánto estarías dispuesto a pagar por ello?