Spotify perdió en valor de mercado más de 2 mil millones de dólares y sus acciones han caído más de un 12 por ciento.
La razón es sencilla, desde que el músico y compositor canadiense Neil Young retirara su música de Spotify, la tecnológica la ha pasado mal.
Todo esto pasó gracias al podcast del presentador Joe Rogan, quien se ha posicionado en contra de las vacunas contra el coronavirus.
Por lo anterior, además de Neil Young, el cantante Joni Mitchell decidió también retirarse de Spotify, señalando las “mentiras” transmitidas por el servicio de streaming sobre la pandemia.
A esta campaña contra Spotify se sumaron el príncipe Harry de Inglaterra y su esposa Meghan Markle, quienes expresaron su preocupación por la desinformación que se difunde en la compañía sobre el coronavirus.
Spotify toma medidas.
Spotify anunció durante el fin de semana que incluirá un aviso en todos sus contenidos donde se hable sobre el covid, en respuesta a las críticas recibidas por la emisión del programa “The Joe Rogan Experience”, que ha sido tachado de promover teorías de conspiración sobre el virus.
“Estamos trabajando para agregar un aviso de contenido a todo episodio de un podcast que incluya una discusión sobre el Covid-19”.
Daniel Ek, director ejecutivo de música y programas pregrabados de Spotify.
El podcast de Joe Regan es considerado como el más popular de Estados Unidos, fue fichado por Spotify a cambio de 100 millones de dólares.
La pérdida de miles de millones de dólares en su valor de mercado no fue un golpe sorpresivo, una carta firmada por 270 médicos y científicos norteamericanos advirtió hace unas semanas a Spotify de que estaba permitiendo la difusión de mensajes que dañan la confianza pública en la investigación científica así como en las recomendaciones sanitarias.
Por su parte, Joe Rogan ofreció disculpas a Spotify por la reacción “violenta”, sin embargo, defendió su decisión de reservar invitados polémicos, además de que detalló cómo puede cambiar su podcast en el futuro.
Asimismo, Rogan no estuvo de acuerdo con que esos episodios se etiqueten como “desinformación” al argumentar que las posiciones de los invitados sobre ciertos temas como la efectividad de los cubrebocas, el origen del virus o la efectividad sobre las vacunas son de los entrevistados, quienes son altamente acreditados.