SpaceX y Elon Musk cerraron un acuerdo con el Departamento de Defensa de Estados Unidos para construir satélites de rastreo de misiles.
Los últimos años, SpaceX ha demostrado ser una de las compañías que más han fungido como punto de partida para la innovación.
La empresa, fundada por Elon Musk, no sólo ha hecho hincapié en sus planes de llevar a la humanidad a Marte, sino que también se convirtió en la primera empresa privada en llevar con éxito a astronautas al espacio y, hace poco, sorprendió con su proyecto Starlink, cuyo objetivo es llevar Internet a todo el mundo.
Pero, en caso de que eso no fuera suficiente, SpaceX quiere ir un paso más allá y, por medio de un contrato de más de 149 millones de dólares, la compañía formará parte de la primera generación de la capa de seguimiento contra misiles.
SpaceX y sus planes de rastrear misiles
De acuerdo con la Agencia de Desarrollo Espacial (SDA por sus siglas en inglés), esta capa de seguimiento proporcionará rastreo utilizando sensores infrarrojos. Estos satélites tendrían la capacidad de alertar al Departamento de Defensa de Estados Unidos ante el lanzamiento de misiles hipersónicos.
«La Capa de Seguimiento SDA consistirá en una constelación heterogénea proliferada de vehículos espaciales de amplio campo de visión que proporcionan una cobertura global persistente y capacidad de custodia combinada con el sensor espacial de seguimiento balístico e hipersónico de la Agencia de Defensa contra Misiles», explican.
Con esto, SpaceX se vuelve más cercano con el ejército de Estados Unidos y, según palabras de Derek Tournear, director de la SDA, los satélites en la oferta de la compañía se trataban de un nuevo diseño, pero basado en el modelo existente de banda ancha de Starlink.
El acuerdo refleja la expansión de la compañía más allá de su negocio inicial de fabricar cohetes para misiones orbitales.
Probablemente SpaceX no sea absolutamente parte integral de los planes del gobierno de Estados Unidos, pero es claramente más relevante que nunca.
La primera parte del contrato consiste en ocho satélites de bajo costo fabricados por SpaceX y L3 Harris Technologies.
Cada uno de ellos, contará con un sensor de infrarrojo con amplio campo de visión capaz de detectar y rastrear misiles desde la órbita terrestre baja.
Además, estos satélites estarán equipados con enlaces cruzados ópticos para enviar los datos a otros satélites de retransmisión.
Esta se trataría de la primera vez en la que SpaceX obtiene un contrato militar y la SDA busca demostrar con ello que es posible aprovechar tecnología comercial y aplicarla a necesidades del ejército estadounidense.
La compañía de Elon Musk tiene como fecha límite el 2022 para entregar los ocho satélites que después serán enviados al espacio.
¿Será la última vez en la que SpaceX colabora aportando tecnología para el Ejército de Estados Unidos?