Hubo un tiempo en el que solamente los gobiernos podían darse el lujo de tener agencias especializadas para viajar a la Luna, a otros planetas. El costo de las naves espaciales siempre ha sido enorme pues se requiere de mucha tecnología, de mucha ingeniería y de mucha ciencia para poder llevar una nave a investigar alguna parte del sistema solar. Sin embargo, ahora millonarios con visión que va más allá del dinero, han decidido invertir sus fondos en misiones que parecen de ciencia ficción. Por ejemplo, el millonario Elon Musk anunció en Twitter que piensa mandar una nave “Red Dragon” a Marte como un primer paso en la colonización de dicho planeta, todo esto para el 2018.
La nave Red Dragon no llevaría astronautas y es claro que Musk sabe que la empresa de llevar hombres al planeta rojo es algo que debe ser planeado con mucho cuidado. En este caso, el volumen interno que se llevaría a Marte sería del tamaño de una camioneta suburbana.
La empresa SpaceX, de Califonia, ha usado ya las naves Dragon para llevar víveres a la estación espacial y la compañía además, podría estar llevando estadounidenses a la estación espacial para finales de este mismo 2016. De acuerdo a Musk, las naves Dragon se han diseñado para aterrizar en cualquier parte del sistema solar. El sistema de cohetes que permitiría aterrizar fue probado recientemente en la planta de SpaceX en McGregor, Texas.
Se planea que la nave Red Dragon pudiese ser lanzada por una versión más poderosa del cohete SpaceX Falcon, el cual podría hacer su debut en el Centro Espacial Kennedy, en Florida, a finales de este año.
Musk ha prometido que pronto dará más detalles sobre su plan para llegar a Marte. Sin embargo, se sabe que pretende establecer una ciudad en Marte para el futuro cercano. Los detalles los dará en una conferencia en México sobre el tema, en septiembre de este año. “Sé que va a sonar como una locura. Por ello, debería ser al menos entretenido”, le dijo Musk a los reporteros. Musk mantiene una planilla de cohetes reutilizables para así bajar los costos
La NASA, por su parte, tiene su propio programa de exploración de Marte, que intenta mandar astronautas para el 2030. Dava Newman, administradora de la NASA, dijo que la agencia espacial ofrecerá ayuda técnica a la compañía de Musk a cambio de que se le den los datos del descenso del Red Dragon cuando éste llegue a Marte. No habrá intercambio de dinero, enfatizó.
“Mandar astronautas a Marte, lo cual es una de las grandes hazañas por lograr en la historia de la civilización, requiere de unir un rompecabezas de muchas, muchas piezas”, escribió Newman en el blog de la NASA. Ir a Marte -ya sea de forma robótica o con seres humanos- sólo se puede hacer de manera eficiente cada dos años debido a la alineación de los planetas.
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