La NASA tiene un presupuesto envidiable (para nuestros estándares), y muchos de esos recursos se usan para mandar sondas a diferentes planetas del sistema solar, que son aún un absoluto misterio. Por ejemplo, la sonda que llegó hasta Plutón encontró muchísimas novedades, inesperadas por todos los científicos. No es definitivamente lo mismo ver a través del más poderoso telescopio que acercarse a unas centenas de miles de kilómetros de un planeta en este amplísimo universo.
Por ejemplo, la NASA mandó en agosto del 2011 a Juno, una sonda que tiene el tamaño de una cancha de básquetbol, la cual costó unos mil millones de dólares y que ahora ha enviado a la Tierra imágenes de Júpiter, el gigante gaseoso del sistema solar, que no tienen precedente. Llevó 5 años llegar al planeta y ponerse en la órbita correcta. Estamos hablando de una nave que hoy está a unos 667 millones de kilómetros de nuestro planeta, aproximadamente.
Juno ha fotografiado por primera vez los polos de Júpiter, en donde ha detectado una serie de formaciones bizarras de nubes, grabado auroras misteriosas y escaneado las gruesas nubes que cubren muchos de los misterios del más grande planeta en nuestro sistema solar.
Hay que decir que atrás de Juno hay un sesudo grupo de investigadores que han tomado en cuenta todas las variables posibles para mantener a la sonda en las mejores condiciones. Por ejemplo, la órbita de Juno tiene un arco muy ancho para minimizar los intensos anillos de radiación que bien podrían dañar el equipo electrónico de la nave.
La NASA planea disparar los cohetes de Juno en octubre de este año para incrementar estos “paseos” de la sonda, que ocurren cada 53.5 días para que se hagan cada dos semanas, aproximadamente, pero desafortunadamente algunas válvulas parecen estar atascadas, por lo que entonces se ejecutan una serie de maniobras que se hacen cada dos meses.
El 27 de marzo pasado Juno completó este tipo de maniobras y en ese momento mandó un lote fresco de imágenes a la Tierra. Ahora incluso los astrónomos aficionados están procesando algunas de las fotos en tonos de gris para pasarlas a brillantes colores. (De hecho, no entiendo por qué la NASA sigue poniendo cámaras que toman fotos en blanco y negro).
Referencias: Business Insider