El nuevo Sony «aibo», el cual es un perro robótico, mide 30 centímetros, es blanco marfil, con orejas oscuras y una cola que se mueve al ritmo de las emociones, así como sus ojos. Viene ahora con un arreglo de sensores, cámaras y micrófonos además de conexión a Internet, permitiendo que los dueños jueguen con la mascota remotamente usando el teléfono inteligente.
La versión anterior de aibo, el roboperro, se dejó de fabricar hace una década, víctima de una reestructuración de la empresa, a pesar de que había un grupo de fanáticos de la mascota digital. Son comenzó a fabricar la primera generación de aibo en junio de 1999, vendiendo 3,000 mascotas robóticas en los primeros 20 minutos, a pesar del costo, unos 250 mil yenes, algo así como 2,200 dólares a los precios actuales.
Los siguientes años se vendieron más de 150 mil unidades, los cuales venían en una gama de modelos diferentes, aunque en el fondo era el mismo robot. Pero en el 2006 Sony estaba en problemas pues su modelo de negocios estaba fallando y tenía una fiera competencia en todos los campos. Por ello, la mascota dejó de producirse aunque mantuvo su «clínica de aibo», que estuvo abierta hasta marzo del 2014, donde los propietarios de un roboperro podían llevarlo a reparar si algo les pasaba. En general esta clínica la trabajaban ingenieros retirados de Sony.
El nuevo aibo que se lanzó en el Japón ahora, no tiene un precio económico, unos 198,000 yenes, cerca de 1750 dólares y además, Sony ha avisado que ya no reparará los modelos antiguos.