Uno de los gimmicks o trucos más famosos –y fallidos– del cine que permite que los espectadores perciban aromas en momentos específicos durante una proyección ya es una realidad gracias al trabajo de Haruka Matsukura de la Universidad de Tokio de Agricultura y Tecnología.
La “pantalla aromática” como fue descrita por su creador, se llama Smell-o-vision y hace que algunos aromas parezcan salir del televisor en cualquier pantalla de LCD.
Este nuevo sistema funciona mediante la vaporización de cápsulas de gel aromáticas en cuatro diferentes sistemas de aire acondicionado que están integrados en las cuatro esquinas del televisor y que distribuyen la fragancia a través de ventiladores, enviando el olor hacia algún punto específico de la habitación.
De acuerdo con la revista New Scientist, el sistema funciona de una manera tan sutil que crea la ilusión de que el aroma sale directamente de lo que el espectador ve proyectado en la pantalla, por ejemplo, un durazno emitiría una fragancia frutal.
Cabe destacar que el Smell-o-Vision sólo funciona con un aroma a la vez, sin embargo, Haruka Matsukara mencionó que la siguiente etapa del proyecto consistirá en incorporar cartuchos similares a los utilizados por las impresoras para permitir la emisión de varios olores diferentes.
La primera exhibición de la tecnología aromática se llevó a cabo la semana pasada durante la conferencia IEEE de Realidad Virtual en Orlando Florida. De ser perfeccionada, sus usos podrían extenderse a anuncios publicitarios, exhibiciones en los museos, la televisión y el cine.
Hay que recordar que tras el estreno de la cinta Scent of Mystery, allá por 1960, la tecnología Smell-o-Vision sufrió varios descalabros, debido a fallas inesperadas en los sistemas de ventilación utilizados para la emisión de las fragancias específicas para la cinta. En años recientes, la película Mini Espías 4 introdujo una tecnología similar conocida como Aroma-Scope en la que los espectadores rascaban una tarjeta embebida en fragancias durante la proyección de la película, la cual no obtuvo resultados favorables ante el público, por lo que habrá que esperar a que se perfeccione este nuevo sistema.
Referencia: Revista New Scientist