Se trata de “Brand Killer” que es un proyecto enviado al concurso Penn Apps, donde estudiantes muestran sus creaciones con las que deben plantear soluciones a problemas reales, y en esta edición de invierno de la competencia, este concepto destaca por ser simple y complejo a la vez.
Es simple pues la idea es tan elemental como cubrir lo que no se quiere ver con “algo”, que en este caso es un efecto borroso que elimina el instante las marcas que están frente a la persona. Para lograrlo se usa realidad aumentada que localiza logotipos y los rastrea para cumplir su objetivo.
En esta etapa, la idea no parece práctica pues se necesita usar un dispositivo frente a los ojos para que funcione, pero como concepto, es un proyecto que posiblemente resultaría atractivo para quienes preferirían vivir su vida sin elementos visuales omnipresentes como es la publicidad.
Aunque en la demostración se puede ver que el software funciona de manera imprecisa en algunos casos, fungirá como una base para crear mejores versiones de este sistema, sobre todo si la idea planteada con Brand Killer trasciende y llega a volverse un producto comercial de alguna forma.
Referencia: Challenge Post