Para quien escribe es claro que el ser humano tiene unos rasgos de maldad que sobrepasan la más torcida imaginación. Casos de maldad humana se ven en espantosos crímenes en donde las cuatro agravantes de ley: premeditación, alevosía, ventaja y traición, son en ocasiones los ingredientes para muchas acciones que dejan mal parada a la raza humana. Y sí, el mundo es complicado y peligroso finalmente, pero el tener que lidiar el día a día con actos de maldad incluso en Internet, empieza a cansar hasta al más disciplinado.

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Y este es el caso de la última moda de chantaje a través de la red. Ocurre cuando la víctima recibe un correo en donde le informa un chantajista, primero, que una de sus contraseñas es XXXXX, la cual en principio sólo la víctima debería saber y segundo, que quien escribe el correo ha controlado la computadora de la víctima y la ha grabado masturbándose mientras ve sitios pornográficos. El chantajista entonces dice que si la víctima no quiere que un video donde él/ella sale en estos actos “reprobables”, lo mande a sus amigos y parientes, debe poner una cantidad que va desde los 100 dólares hasta los 1000, en Bitcoins, para depositárselos en la cuenta del chantajista. Este -curiosamente- promete que después de pago borrará toda evidencia de los reprobables actos de la víctima.

Los Bitcoins –debido a su mecanismo financiero– protege a quienes los usan y los hace anónimos. Sí, se pueden ver las transacciones de la gente que usa esta criptomoneda, pero no puede saberse quién es el personaje atrás de ello. Y ante eso, el mecanismo para chantajear es perfecto porque es imposible de trazar, o al menos lo hace demasiado complicado.

Muchos usuarios de Internet que hayan recibido este correo quizás se alarmen, pero hay que guardar la calma, porque probablemente las cosas no son como parecen. Por una parte, ver pornografía no está penado por ninguna ley y tampoco el masturbarse. Sí, son actos privados y más de uno no querrá que se hagan públicos. Y en esto se basan los chantajistas para actuar, en la amenaza de mostrar videos incriminatorios de las víctimas en plena masturbación como si estos fueran actos reprobables. Hay desde luego personas que por sus actividades pudiesen ser más afectados (pienso en Zague y su lamentable video), pero en el fondo no es algo que sea antinatural o que nadie haga. Así, ni es una actividad ilegal masturbarse o ver videos en sitios pornográficos. Más aún, PornHub dice que día a día entran 75 millones de personas en sus sitios. Dicho de otra manera, ver pornografía es una actividad mucho más común de lo que pensamos.

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Pero surgen preguntas: ¿Cómo es que el chantajista sabe mi contraseña? probablemente la obtuvo de alguna violación de algún sitio web donde se pudo haber filtrado su correo y su contraseña en dicho sitio web. No es difícil hacer un programa que mande correos personalizados con la información que se desea mandar. Así pues, el efecto de que el chantajista le está escribiendo a usted es meramente un espejismo. Un programa nos hace creer esto.

Pero si quiere ver si sus datos en algún sitio web han sido comprometidos por una filtración de seguridad, puede entrar a https://haveibeenpwned.com/, en donde se le pedirá su correo electrónico (sin dar su contraseña), y la página reportará si sus datos pudiesen haber sido filtrados ilegalmente. Obviamente, si usted es atacado por este tipo de chantajistas, no debe creer que a través de una página web se puede tener el control de la página del usuario, poder usar su cámara, sus datos de las redes sociales, de sus amigos, etcétera. Todo esto es parte de la intimidación del chantajista para obtener el dinero que le está pidiendo.

Así pues, probablemente no hay de qué preocuparse pero si lo sigue estando, estas serían algunas recomendaciones importantes contra los chantajistas cibernéticos:

  • No entre en pánico y no responda a su victimario. Revise que sus tarjetas de crédito o cuentas de banco no estén sufriendo desfalco alguno (poco probable pero no está de más tomar esta precaución si sigue preocupado por el asunto).
  • No pague ni mande dinero. Es claro que los chantajes dejan de funcionar si la gente los ignora. Si pagase, seguramente sería chantajeado una vez más. No crea eso de la bondad de los chantajistas que al recibir el pago borrarán sus datos, si esto fuese cierto.
  • Mantenga su antivirus actualizado. Estos sistemas detectan cambios sospechosos, keyloggers, etcétera. Con eso puede estar más seguro sobre la supuesta posibilidad de que alguien controle su computadora remotamente, teniendo acceso a su cámara de video, a sus datos, a sus contraseñas, etcétera.
  • Use un sistema como ROBOFORM, que permite llevar una administración de las contraseñas. Esto evitará la posibilidad (remota), de que alguien se haga de sus contraseñas entrando (supuestamente) en los datos de su máquina.

Un chantajista que de verdad tuviese pruebas de esos actos vergonzosos por parte de la víctima, probablemente le mandaría un fragmento de esos videos para probar que tiene contenidos incriminantes. Vamos, eso haría la amenaza más sólida y no sólo un correo donde advierte que sus sistemas han tomado control de la cámara, el micrófono, las claves de sus redes sociales, etcétera. Eso no puede hacerse a menos que la víctima descargue cuanto software le piden en la red descargar y sin ninguna precaución. En resumen, este es un ejemplo más de la maldad humana, de la miseria de algunos que son capaces de ejecutar actos lamentables de chantajista para hacerse del dinero ajeno de la manera más fácil.

Probablemente esta “sextorsión” no llegue muy lejos y sean contados los casos en que las víctimas pagaron dinero para liberarse de esta amenaza. Sin embargo, es claro que aunque los buenos somos más, no falta gente sin oficio ni beneficio capaz de demostrar lo peor de la naturaleza humana.