Una paciente de 83 años fue la primera persona en recibir un trasplante de mandíbula de titanio totalmente impresa en 3D utilizando tecnología similar al de otras de su especie, como la Replicator y la Cubify 3D.
Hasta ahora, las impresoras 3D sólo se habían utilizado para crear objetos sencillos cuya precisión no era fundamental para su operación. Apenas la Universidad de Washington había comenzado a experimentar creando pequeños huesos para su posible trasplante, pero no fue si no hasta Junio del año pasado que un grupo de investigadores e ingenieros de las Universidades de Bélgica y Holanda tomó el reto de implantar de manera exitosa la primera mandíbula creada en una impresora 3D en una mujer de 83 años que sufría una seria infección en el maxilar inferior.
Según los desarrolladores de esta mandíbula creada, virtualmente, de la nada; al principio se había considerado una reconstrucción con microcirugía para reparar el daño que la paciente había sufrido debido a una infección progresiva que le había causado una herida visible en su rostro; pero pronto descartaron esta posibilidad alegando que esto requeriría de un largo proceso quirúrgico, – y un prolongado tiempo en reposo que podría haber herido más a la octogenaria mujer. Razón por la que eligieron remover la pieza infectada y reemplazarla con un implante de titanio.
La impresión de este novedoso implante maxilar corrió a cargo de la empresa belga, LayerWise NV, usando polvo de titanio derretido y moldeado por un láser aditivo de fabricación rápida. El resultado fue un implante que, según sus creadores, el Profesor Jules pukens y el investigador en jefe de Hasselt University, Michäel Daenen, entre otros, será capaz de proveer al paciente de total movilidad facial en apenas unas horas de haber dejado la mesa de operaciones.
El implante fue hecho a la medida y pesa aproximadamente 107 gramos, (un poco más pesado que su contraparte original). Se utilizó un compuesto de hueso artificial para proteger el implante de el rechazo natural del cuerpo.
Esto demuestra que los usos de la incipiente industria de moldeado instantáneo en 3D van más allá de crear objetos sencillos o muñequitos con tu cara. No nos sorprenda que en unos pocos años, la industria médica utilice con mayor frecuencia el moldeado en 3D para crear implantes a la medida que salven vidas y conlleven procesos de recuperación más rápidos.
Fuente: GizMag