¿Te acuerdas de Tom Anderson? Sí, el fundador de MySpace que era asignado como el primer amigo en esta red social que logró conectar a cientos de millones de personas en todo el mundo.
Los días de gloria de MySpace, que sirvió de plataforma de éxito para cantantes como Lily Allen, han desaparecido y, junto con el cofundador Chris DeWolfe, Tom vendió su parte de la compañía a News Corp por 580 millones de dólares en 2005.
Después de eso, Tom se dedicó a vivir la vida en grande y, consecuentemente, nos hizo sentirnos que la nuestra es profundamente miserable y vacía. Y es que si lo has seguido por medio de Twitter o Instagram entenderás por qué.
Ese chico de sonrisa inocente que te daba la bienvenida a MySpace no suele ser muy activo en las redes sociales, pero cuando lo es, es para restregarte lo maravillosa que puede ser su existencia.
Tom se la ha pasado viajando, conociendo el mundo y retratándolo con unas fotografías que parecen salidas de National Geographic. Islandia, Noruega, China, Hong Kong e India, son sólo algunos de los rincones del planeta que ha visitado y capturado con su cámara.
Esta afición empezó en 2011 en el festival Burning Man, donde comenzó a tomar fotografías lo suficientemente buenas que lo impulsaron a seguir este hobbie. Junto con su amigo Trey Ratcliff mejoró su técnica y con ello sus imágenes.
Su medio de exposición principal es su cuenta de Instagram, donde publica desde fotografías de arquitectura hasta paisajes en cada lugar que visita. Aquí les dejamos algunos ejemplos:
En cuanto a nuevos proyectos tecnológicos, Tom no ha dado indicios de que quiera volver a ese mundo. ¿Y quién querría con semejante cantidad de dinero y con su futuro asegurado?