Inflación y recesión. Estas son dos palabras que ahora mismo están dominando las conversaciones de economía a nivel mundial y que en un efecto de causa y efecto, estarían afectado ya el negocio de grandes fabricantes como Samsung.
Y es que ante la amenaza que estos términos financieros suponen para el bolsillo de las personas, la compra de smartphones ha quedado en segundo y quizás tercer término.
El fenómeno ya ha dejado un saldo para Samsung de cerca de 50 millones de teléfonos inteligentes sin vender en todo el mundo, cifra que no es menor y que pone sobre la mesa un problema que podría afectar a todos los jugadores del sector.
La cifra fue dada a conocer en un informe publicado por The Elec, el cual indica que estos millones de dispositivos se encuentran inactivos en el stock de miles de distribuidores en todo el mundo.
A decir de la información disponible, en lo que va del año, Samsung registra envíos cercanos a los 270 millones de smartphones. Esto quiere decir que los 50 millones de teléfonos inteligentes citados en el reporte representan el 18 por ciento del total de envíos.
Para poner en contexto la gravedad de estas cifras, es justo mencionar que de manera usual el inventario sin vender suele ubicarse en un promedio de 10 por ciento del total de envíos.
Lo que Samsung ha dejado de vender
Lo realmente interesante es entender el segmento que más afectado se ha visto con el reportado estancamiento en ventas. Y es que aunque podría pensarse que la gama premium o alta es la que lo padece, en realidad el problema está en aquel nicho de mercado que supone la base para el negocio de los smartphones.
A decir del citado reporte, la baja demanda se ha agudizado en la gama media. La serie Galaxy A representa la mayoría de los smartphones de Samsung que se han quedado sin vender.
Lo que sucede ahora con la firma surcoreana es sin duda una llamada de atención para otros fabricantes chinos como Xioami o Honor que tienen una fuerte apuesta en el sector medio de la industria.
Quizás firmas como Apple, con una clara orientación por capitalizar la gama alta, sean las menos afectadas por este efecto secundario de percepción en la salud económica mundial. Sin embargo, no está exenta de ver golpes en su negocio.
Es posible que en los seis meses restantes del año veamos más anuncios de reducciones en volumen de producción, medida que ya se vio en las filas de Samsung.
Entre enero y febrero, la empresa fabricó cerca de 20 millones de unidades de smartphones. Para mayo, la cifra se habría reducido a la mitad (10 millones de unidades), mientras que el mes pasado se informó que Samsung reduciría su producción de smartphones en 30 millones de unidades para este año.