Los chips, que van desde procesadores, microcontroladores, chips especiales para por ejemplo, hacer una conexión WiFi o 3G (o 4G), entre muchos otros, es parte cotidiana en la venta que hacen los gigantes de la electrónica. El negocio es enorme y desde luego, la competencia también. Ser el líder en este mercado significa miles de millones de dólares y es claro que las compañías trabajan muy duro para seguir ocupando una posición de privilegio.
Pues bien, en un último reporte se muestra a Samsung Electronics, quien ha sobrepasado al gigante Intel, convirtiéndose así en el más grande vendedor de chips, pues sus utilidades sobrepasan al creador del chip Pentium. De hecho, Intel mantuvo el liderazgo desde 1992 y es hasta el año pasado que lo ha perdido.
Samsung reportó que en el 2017, la venta de chips llegó a 69 mil millones de dólares, que sobrepasó a Intel, quien reportó ventas por 63 mil millones de dólares. Pero más allá de que el margen de ventaja es poco, es claro que Samsung se está transformando a sí mismo y aparte de vender televisiones baratas, ahora es uno de los proveedores claves que venden componentes para teléfonos y otros dispositivos modernos, muchos de ellos móviles. Además, hay que decirlo, Samsung se está convirtiendo en el líder de las ventas de chips de memoria en el mundo, que a todo esto, es su mercado principal.
Intel, por su parte, quien tiene el 90% del mercado en lo que se refiere a procesadores para computadora, no tuvo un mal año de ventas. Sin embargo, para algunos analistas esto no es suficiente. La razón quizás es que el mercado se está orientando de forma cada vez más insistente a los chips de memoria, que son una parte crucial de los teléfonos inteligentes y que además, han desplazado incluso la venta de computadoras de escritorio. Es decir, el mercado de la telefonía inteligente está desplazando a las máquinas de escritorio totalmente.
Así entonces, es claro que Intel no se quedará de brazos cruzados porque en el mundo de la tecnología, «camarón que se duerme, se lo lleva la corriente», y ejemplos de esto hay muchos: en software podemos pensar en WordStar, que tuvo el mercado de los procesadores de palabras y que ahora ya ha desaparecido. En hardware, tenemos el caso del BlackBerry, el teléfono de negocios por antonomasia, el cual por ejemplo, ya es obsoleto e incluso ya ni siquiera está en el mercado.