A veces no caemos en la consciencia, pero la automatización del trabajo es un proceso ya muy acelerado y la forma en que conocemos la vida productiva va a cambiar para siempre. De acuerdo con un estudio de la reconocida universidad de Oxford, dentro de los próximo 15 años desaparecerán el 47% de TODOS los empleos existentes. Y no hablamos solo de obreros o prestadores de servicios, también médicos, abogados, artistas y hasta deportistas se verán sustituidos por robots y algoritmos. Es inevitable la llegada de una ola de desempleo como no se ha visto en la historia.
El «Tsunami Robótico» le llama Andrés Oppenheimer, reconocido periodista argentino quien presentó esta semana en México su nuevo libro «¡Sálvese quién pueda! El futuro del trabajo en la era de la automatización», y donde asegura que no solo la llamada 4ta. Revolución Industrial -la sustitución de la fuerza laboral humana por robots- es imparable, sino que llegará mucho antes de lo que la mayoría piensa y que México será particularmente impactado por este fenómeno social.
Durante una entrevista que dio al programa de radio matutino «Así las cosas», el autor aseguró que la automatización del trabajo tendrá un impacto considerable en economías en desarrollo como la mexicana y las de Latinoamérica por su fuerte actividad manufacturera, fuente de empleo e ingreso de millones de personas. Y es que los trabajos manuales que forman parte de cadenas de producción, son los primeros que pueden ser adoptados por robots con un costo de operación mucho más bajo y sin la necesidad de jornadas laborales limitadas o vacaciones.
Oppenheimer también afirmó que el acceso a este tipo de tecnología se ha vuelto mucho más barato, y por tanto, accesible para los empresarios que busquen reducir costos. Según los datos compilados por el periodista, hace 10 años un robot productivo costaba el equivalente a 5.3 años al sueldo y prestaciones de un trabajador; ahora solo equivale al costo de un año. Y, afirma, seguirá bajando.
También subraya que los robots se han vuelto más inteligentes y colaborativos, gracias a la nube o cloud computing, por lo que no solo serán capaces de superar al trabajador por el monto de horas o por el costo, sino por las soluciones que podrán ofrecer y su versatilidad. «No hay en que muchos de nosotros podamos competir con ellos», sentenció.
No solo obreros
Para obtener estas conclusiones, Andrés Oppenheimer entrevistó a analistas, consultores y científicos expertos en varios campos de la actividad laboral y productiva, y todos llegan a la misma conclusión: Los robots no solo sustituirán a facetas básicas del trabajo, también llegarán a labores de alta especialización y hasta científicas, artísticas y deportivas.
Esto quiere decir que doctores, abogados, pintores, atletas y muchos intermedios también serán sustituidos por máquinas y algoritmos.
La principal conclusión de Oppenheimer es que a nosotros, los humanos, no nos queda más remedio que empezar a pensar cómo vamos a reinventarnos como trabajadores y renunciar a varios de los empleos más complejos y cotizados que existen para poder seguir siendo útiles y, por tanto, obtener un trabajo. Suena preocupante, ¿no creen?