A todos nos ha pasado: suena la alarma y no la pelamos a la primera. Y si tu reloj o teléfono no ha sufrido la pésima suerte de ser arrojado lejos, a los 9 minutos la volvemos a escuchar. Algunos le hacen caso, otros no, lo cierto es que cada quien maneja el snooze como mejor puede.
Pero, ¿habías notado que por defecto suenan cada 9 minutos? En los dispositivos modernos ya se puede configurar el infame snooze al gusto de cada usuario, pero antes los relojes despertadores no tenían de otra y ahora los smartphones lo reproducen en su configuración predeterminada, quizá por nostalgia, quizá por costumbre. La cosa es que existe una razón fascinante para todo esto y ya te contamos todo.
Pues nos tenemos que remontar a poco más de 50 años, cuando se inventó la función de snooze con un terrible botón. Entonces se planeó que sonará cada 10 minutos, pero resulta que los engranajes de los relojes ya habían sido estandarizados en ciclos de 10 minutos, entonces para añadir este nuevo uso, el ciclo tenía que ser mayor o menor, pero no igual.
Al final se tomó la decisión de que todo quedara en 9 minutos y eso se mantiene al día. Pero existen varias teorías científicas para haberse decidido por ese número.
Aunque no está demasiado claro por qué los especialistas se decidieron por nueve minutos, hay expertos que argumentan que a los 10 minutos se entra a la etapa más profunda de sueño, por lo que habrían menos probabilidades de despertar si se pospusiera más la alarma.
Como normalmente los usuarios solían tardar un tiempo en reaccionar y apretar el botón desde que sonaba la alarma, los ingenieros que lo crearon creyeron que nunca se darían cuenta de la diferencia de segundos.