La tierra está llena de vida, y a pesar de nuestros esfuerzos para diezmarla, la vida se adapta y se abre camino para prosperar en las condiciones y rincones más inhóspitos. Hace más de 500 millones de años, los organismos unicelulares en la superficie de la tierra comenzaron a formar varios grupos celulares que finalmente se convirtieron en las plantas y animales que conocemos hoy. Este era un hecho comprobado, pero no se sabía exactamente cuánto tiempo le tomo a la naturaleza conseguir la hazaña.
En resumen el experimento consistió en añadir un medio de cultivo especial rico en nutrientes para permitirle a las células crecer, luego se utilizó una centrífuga para estratificar el contenido. Y tras 60 ciclos y 60 días más tarde la levadura evoluciono en grupos multicelulares que trabajan juntos en forma cooperativa, reproduciéndose y adaptándose a su medio ambiente.
“Un grupo solo, no es multicelular. Pero cuando las células cooperan, hacen sacrificios por el bien común, y se adaptan al cambio, es una transición evolutiva a la multicelularidad. Para que los organismos sean multicelulares, la mayoría de las células necesitan sacrificar su capacidad de reproducirse, una acción altruista que favorece el todo, pero no el individuo,” dice Ratcliff, investigador y profesor del Departamento de Ecología, Evolución y Comportamiento de la Universidad de Minnesota.
Por ejemplo, todas las células del cuerpo humano es esencialmente un sistema de apoyo que permite a los espermatozoides y los óvulos para pasar ADN a lo largo de la próxima generación. De este modo la multicelularidad es por su propia naturaleza cooperativa.
Los resultados se han ganado los elogios de los biólogos evolutivos en todo el mundo…
“Para entender por qué el mundo está lleno de plantas y animales, incluyendo seres humanos, tenemos que saber cómo organismos unicelulares han hecho el cambio a la vida en grupo, como los organismos multicelulares”, dice Sam Scheiner, director del programa en la división del NSF de Biología del Medio Ambiente.
Este estudio es el primero en observar experimentalmente la transición ofreciendo una mirada a un evento que tuvo lugar cientos de millones de años atrás. Un pequeño paso que puede traer grandes avances para la ciencia. Lo próximo será ver el papel de la multicelularidad en el cáncer, el envejecimiento y otras áreas críticas de la biología.
Fuente: Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS)