Iván Puig y Andrés Padilla son dos artistas que tenían bien planteado su objetivo: explorar las vías de ferrocarril abandonadas en México, pero no sólo eso, sino que deseaban hacerlo usando una nave espacial, o algo muy parecido, por lo que crearon su propio vehículo.
La Sonda de Exploración Ferroviaria Tripulada o SEFT-1 es un vehículo modificado para tener implantes de materiales distintos a los originales, lo cual se nota sobre todo en el habitáculo, donde se insertó un sistema de navegación que combina lo analógico con lo digital, todo con un look como de película futurista de hace unas décadas.
Sorprendentemente, este auto no es sólo una especie de parodia de una nave espacial, pues en verdad se trata de un vehículo de exploración bien preparado para su finalidad.
Cuando es posible, el auto despliega una guía que le permite insertarse en la vía de ferrocarril y seguirla, sin embargo, en los tramos donde la vía está dañada, recoge su guía y anda con las llantas de manera normal.
En su recorrido por los rieles dentro de la ruta que conectaba a la Ciudad de México con el Atlántico, se recogieron testimonios de las personas que habitan en poblados cercanos sobre la forma como era antes la vida con el paso del tren y la manera como el fracaso de ese medio de transporte afectó a estos sitios.
Los resultados de esta investigación serán presentados el 27 de julio en una exposición en Londres. Además, el sitio oficial del proyecto muestra datos del día a día para Iván y Andrés.
Referencia: SEFT-1