Las pulseras de salud son dispositivos que la gente se pone en las muñecas que además de dar la hora, pueden medir la cantidad de pasos que damos, el ritmo cardiaco, los kilómetros recorridos y medir cómo dormimos, entre muchas cosas.
Y pareciera que todo esto sería motivador para que la gente decidiera dejar la moderna vida sedentaria. Sin embargo, la evidencia sugiere lo contrario.
Parece ser más difícil de lo que esperaríamos, convencer a la gente de que haga más ejercicio. En un estudio publicado en The Lancet Diabetes & Endocrinology, los investigadores usaron a 800 individuos con trabajos de tiempo completo, los cuales fueron divididos en 4 grupos.
Algunos usaron el FitBit Zip y se les pagó incluso una pequeña cantidad de dinero para moverse más, con el fin de que fueran más activos. A otros no se les dio ninguna pulsera de salud. Los investigadores midieron su actividad física, peso, presión de la sangre, la capacidad del cuerpo de cada uno para usar el oxígeno, así como un reporte propio sobre su calidad de vida.
El estudio duró seis meses y se dejaron de dar incentivos. Las personas podían incluso elegir dejar de usar la banda de salud y 40% decidió dejarla de usar al finalizar los primeros seis meses.
Dar dinero parece que fue una buena motivación al principio. A aquellos que se les recompensó económicamente hicieron 13 minutos de actividad moderada a vigorosa cada semana y añadieron 570 pasos en su conteo diario.
Ese dinero se podía dar a la caridad, pero eso no tuvo ningún efecto. Pero cuando se dejó de dar dinero, también se dejó de mejorar en el aspecto de la actividad de los sujetos en el estudio.
Al final, solamente el 10% de las personas seguían usando su banda de salud. Y solamente el grupo de FitBit mejoró de los valores que tenían al inicia, agregando 16 minutos de actividad física moderada a vigorosa por semana. Sin embargo, no hubo en promedio mejoras en la salud de acuerdo a las mediciones de los investigadores. De hecho, ningún grupo mejoró a los 6 o 12 meses.
Este no es el primer revés que tienen este tipo de dispositivos. Un estudio en septiembre mostró que cuando las personas entran a un programa para perder peso, y se les dice que pueden tener una banda de salud en la muñeca, quienes así hicieron (y la usaron), perdieron menos peso, no más. John Jakicic, el autor de ese estudio, de la Universidad de Pittsburgh, aunque no tuvo nada que ver con el estudio original que mencionamos, corrobora los resultados del mismo.
Para ponerlo en palabras simples: que un dispositivo dé valores de cuántos pasos da, de su actividad física, no necesariamente es motivante.
«Hallamos que darle a una persona una banda de salud no significa necesariamente que va a resultar en algo diferente», dice Jakicic. «Las bandas de salud no involucran a las personas para realmente hacer cambios de largo plazo en la manera en como viven», agregó.
Referencia: Fortune