En Unocero hemos hablado muchas veces de la Raspberry Pi, esa computadora que cuesta unos 30 dólares y que tiene la posibilidad de correr Linux. Basta conectarle un monitor, ratón y teclado para poder hacer cómputo sin la necesidad de gastar miles de pesos.

La idea de los creadores de la Pi es permitir que más acceso, sobre todo los niños y jóvenes, al cómputo moderno, sin tener que gastar grandes cantidades de dinero.

El proyecto ha sido un éxito y en sólo 4 años, la Pi se ha vendido ya en una cantidad que supera los 10 millones de unidades. La razón de esto no es porque la Pi sea una pieza de hardware fuera de serie, sino por las posibilidades que da a los usuarios una vez que ésta se conecta apropiadamente.

La Pi es una máquina con procesador ARM, que corre una versión de Linux como puede ser Raspbian (versión de Debian pero para el procesador ARM). La computadora Pi contiene todo el hardware necesario en el espacio de una tarjeta de crédito y se le pueden conectar diversos dispositivos porque tiene entradas para ello. Hay ya un buen número de tarjetas que pueden ponérsele a la Pi para que haga una labor específica, incluso en los proyectos del Internet de las cosas (IoT)

Hay varios modelos de la Pi, la 2 tiene un ARM de cuatro núcleos que puede ser capaz de ser usada como servidor o hacer IoT. La Pi Zero es la más simple de todas: cuesta 5 dólares solamente. La Pi 3 tiene un procesador ARM de 64 bits de cuatro núcleos con WiFi y BlueTooth interconstruido.

Que una empresa venda diez millones de unidades habla de la gran idea que han tenido, sobre todo si se piensa que esto ha ocurrido en sólo 4 años. Hay una enorme comunidad de usuarios de la Pi en el mundo y hay toda clase de proyectos en este sentido.

Sin duda vale la pena hacerse de una y jugar con ella. Hay ya una buena cantidad de libros dedicados a la Pi y las herramientas de programación del sistema operativo son estupendas, pues incluye una buena cantidad de lenguajes de programación, desde Scratch hasta Python, pasando por Mathematica.

Otro efecto interesante es que 10 millones de Pi significan 10 millones de sistemas Linux corriendo. Hablar de Linux siempre causa extrañeza pero teniendo dispositivos como la Pi lo está volviendo más popular como sistema operativo para máquinas de escritorio.

Sin embargo, hay quienes no están totalmente contentos con Pi. La razón principal es que no es totalmente de hardware abierto y que aún no ha podido entrar de lleno en el IoT. Sin embargo, yo creo que hay que darle tiempo al tiempo.

Los creadores de la Pi han demostrado que poniendo un precio razonable a un dispositivo como el que han creado, pueden organizar una revolución tecnológica, particularmente en el ámbito educativo. Yo creo que es un logro interesante y francamente lo aplaudo.

Referencias: i-programmerRaspberry Pi