Llevó exactamente un año vender el primer millón de tarjetas Raspberry Pi, que son computadoras completas con un costo de 25 dólares. De acuerdo a las estimaciones de ese momento, los creadores de la Pi suponían que con suerte podrían llegar a su segundo millón para enero del 2014 o un poco después, quizás febrero de ese año. Pero resulta que han calculado que se han llegado a la marca de 2 millones de rasdpberry Pi en la última semana de octubre de este año.
Regresando a febrero del 2012, fue cuando se produjeron las primeras 2000 Raspberry Pi en China (fabricadas más adelante en el Reino Unido). Se les enviaron a los dos creadores de la tarjeta, que se repartieron en 1000 unidades para cada uno y las llevaron a Farnell y a RS Components, en donde finalmente la gente podría adquirirlas.
El éxito de esta tarjeta/computadora, de bajísimo costo es mundial. Aquí en México se vende ya incluso en las tiendas de electrónica de República del Salvador, en el Centro de la ciudad de México. Sin embargo, no hemos visto qué tipo de proyectos se han realizado utilizando esta tarjeta (¿alguien conoce alguno? Escríbame). Valdría la pena pensar en las posibilidades que la misma pudiese tener en un entorno como el nuestro, en donde siempre parecen faltar recursos para todo. Hoy en día en muchas preparatorias, incluso las de la UNAM, se tienen laboratorios de cómputo con máquinas 286 y 386, las cuales son finalmente obsoletas en muchísimos sentidos. Aprovechando los monitores y los ratones de esas máquinas se podrían poner tarjetas Pi en su lugar y renovar las posibilidades que ofrece el cómputo actualmente.
De hecho, los creadores de la Pi habían puesto como su primera meta, el desarrollar una computadora de bajo costo para la enseñanza. ¿Por qué no proponer este tipo de proyectos para las escuelas de nuestro país? De nuevo, estamos ante una buena oportunidad de crear más infraestructura en cómputo para que las nuevas generaciones aprendan y se incorporen cada vez más rápido a este competido mundo en el que nos ha tocado vivir.
Frase común de los gobiernos mexicanos cuando hablan del presupuesto de la nación es “hacer cada vez más con menos”. Tenemos con la Raspberry Pi una posibilidad única. ¿Por qué no usarla?
Referencias: