En recientes días ha quedado claro lo que los delincuentes cibernéticos y su tecnología es capaz de conseguir en México. Y es que se confirmó que la banca mexicana recibió el ataque digital más cuantioso de su historia con un robo de hasta 400 millones de pesos cometidos en el último tercio de abril; ahora hay nuevos datos que revelarían a quiénes les habría llegado todo ese dinero.
La información fue aportada por Bancomer, uno de los bancos que no fue afectado por el hackeo, pero que logró identificar varias de las transferencias. Así lo informó el director general de la institución, Eduardo Osuna, en entrevista con el diario Reforma.
«Bancomer lo único que tuvo fue que recibimos dinero en algunas cuentas que se dispersaron y es parte de la investigación que está haciendo la autoridad. Dinero que llegó a cuentas de clientes que estaban abiertas de manera normal», señaló.
Entonces, ¿a dónde llegó el dinero?
El gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León, aseguró que hasta el momento tienen identificadas más de 900 operaciones donde se hicieron retiros de hasta 300 mil pesos y añadió que el destino de estas transferencia pertenecen a persona que habrían estado de acuerdo con las personas que orquestaron el ataque, por lo que habrían recibido una comisión en cada transferencia.
Para retirar el dinero los hackers utilizaron “mulas”, quienes meses antes abrieron cuentas bancarias, explicó al diario Luis Ramírez, director de estrategias corporativas de IT Lawyers.
Estas personas ya fueron identificadas por los bancos y se dice que son cuentahabientes mayores de 50 años, que abrieron las cuentas en el Estado de México, Ciudad de México, Guadalajara y Nuevo León. Ramírez también detalló que los retiros se realizaron los primeros días de mayo de 75 cuentas de personas que fueron utilizadas como “mulas”.