En realidad pocos, aunque minuciosos factores, tienen que ver para que la NFL otorgue a un estadio la sede de un Super Bowl: principalmente, el clima de la ciudad, el tamaño de su mercado, y las características tecnológicas del estadio.
Es por ello que Florida o California suman una gran cantidad de Super Bowls recibidos en la historia, siendo el Superdome de Nueva Orleans, en Louisiana, el más recurrente (7 ocasiones), debido a que es un estadio techado y el clima no da problemas.
Como gran excepción, si una ciudad/equipo estrenaron o están por estrenar estadio en un futuro cercano, es un hecho que la liga programará el partido por el campeonato en el nuevo recinto a manera de «premio» por la inversión, como ocurrió, entre otros, con el MetLife Stadium (casa de los Jets y Giants de Nueva York, donde se celebró el duelo el año pasado), el Levi’s Stadium (nuevo estadio de los 49ers de San Francisco y sede del Super Bowl en 2016) o el Vikings Stadium (Vikings de Minnesota), que aún está en construcción pero ya tiene asignada la sede para 2018.
En el caso de la actual temporada, el Estadio de la Universidad de Phoenix en Glendale, donde juegan los Cardinals de Arizona (2006), no es tan nuevo como los mencionados anteriormente, pero cumple con otros requisitos. Se trata de un población local de gran afición por este deporte y el clima en invierno es ideal para jugar futbol americano; y aunque no lo fuera, el techo y césped del recinto son retráctiles, siendo el único estadio en E.U. con esta característica en particular.
La enorme superficie de fibra de vidrio que cubre el inmueble tarda unos 12 minutos abrirse por completo, y cuenta con un sistema de ventanas para almacenar energía. Por su parte, el césped del estadio es natural, y también se puede retirar automáticamente, según lo exija el evento. Esta enorme y complicada joya tecnológica, que también incluye un sistema de riego y drenaje integrado, logra mover todo el pasto del estadio en unos 75 minutos.
En más de una ocasión, el Estadio de la Universidad de Phoenix, que recibirá el domingo 1 de febrero el Super Bowl XLIX, entre los Seahawks de Seattle y los Patriots de Nueva Inglaterra, ha sido reconocido por los propios jugadores como el mejor sitio de toda la NFL, y en varias publicaciones estadounidenses ha sido nombrado como la mejor instalación deportiva.
Desde luego, un estadio con estas ventajas no podía quedarse atrás en cuanto a tecnología verde y sustentabilidad. El inmueble recicla todas las botellas de plástico, cartón y papel; la capacidad de almacenamiento del techo retráctil, así como un sistema de iluminación de bajo consumo, han reducido el gasto de energía eléctrica un 75% en relación a la mayoría de los estadios profesionales es E.U.
Sobra decir que el estadio cuenta con red inalámbrica rápida y segura en cada rincón para los 72 mil aficionados que asistirán al partido, que sin duda esperan la máxima experiencia en eventos deportivos y quienes podrán disfrutar del duelo a detalle apoyados en sus dispositivos móviles, o bien, en las pantallas gigantes (de 16.5x50m la grande y 8x30m la «pequeña»), colocadas en ambas cabeceras de las gradas antes del inicio de la actual campaña.
Referencias: University of Phoenix Stadium, Azcentral