Las abejas juegan un papel crucial en la Tierra. Algunos incluso afirman que si se extinguen, la humanidad sería la siguiente en hacerlo. Así que con el dramático declive en la población de abejas, ¿deberíamos preocuparnos?
¿Que pasaría si todas las abejas murieran? Para decirlo de forma simple: si una planta produce una flor, puedes apostar que las abejas la ayudarán a reproducirse. Esta relación de trabajo lleva largo tiempo sucediendo, con las flores siendo brillantes y fragantes para atraer a las abejas, y las abejas teniendo un cuerpo parecido al velcro para ayudarles a transferir eficientemente el polen.
Este mecanismo, aparentemente sencillo, es directamente responsable de la producción del 70% de las frutas, verduras, semillas y nueces que consumimos diariamente, lo cual se traduce en casi 200,000 millones de dólares de producción agrícola mundial.
Esta inmensa responsabilidad se completa por hordas de abejas criadas comercialmente y manejadas por apicultores profesionales, con el único propósito de ser transportadas a las granjas y huertos para polinizar los cultivos. Pero desde el año 2006, estas ocupadas y arduas trabajadoras, han estado desapareciendo misteriosamente.
Este desorden de colapso de colonias ha visto que un tercio de las abejas criadas comercialmente, han abandonado sus colmenas. De hecho, algunos apicultores han reportado que un 90% de sus abejas simplemente han desaparecido.
En algunas colonias, ácaros, virus y parásitos han sido culpados, pero muchos ahora están investigando una clase de insecticidas llamados neonicotinoides. Esta neurotoxina es usada para matar insectos y pestes que se comen las cosechas, pero también afecta el sistema nervioso central de las abejas, cuando estas consumen el néctar contaminado.
Y ya que el néctar es llevado a las colmenas, la colonia entera puede verse afectada, causando una confusión masiva y desorientación. Encima de esto, otros factores como inviernos extremadamente fríos y largos, una falta de diversidad genética en las abejas comerciales y menos variedad de néctar en los campos de cultivo, pueden ser otras causas.
Si esto continua, cadenas y redes completas de alimentos, pueden estar en riesgo. Tomemos los almendros como ejemplo: los frutos de esas nueces son usados como alimento para el ganado y los pollos. Menos abejas, significa menos almendras, lo cual significaría un declive en el ganado y posteriormente, menos producción de leche queso, huevos y carne, sin mencionar que las almendras son usadas como cereal en la repostería y en muchos otros productos alimenticios.
Las vacas lecheras y las reses, también se verían afectadas por la desaparición de los campos de alfalfa que son usados para cosechar paja para el ganado. ¿Estás buscando una bebida que te haga despertar en la mañana? Considerando que las abejas polinizan la coffea arabica, la semillas que molemos para hacer café, puedes quitarlo de tu lista.
Sin abejas nuestra dieta consistiría mayormente de maíz, trigo y arroz, ya que son plantas que se polinizan gracias al viento. ¿Te gustan tus prendas? El algodón no es solamente la plantación con mayor remuneración económica en los Estados Unidos, sino que también contribuye con el 35% del mercado de fibras. Así que te puedes olvidar de tus pantalones azules, toallas, colchones y productos de papel de alta calidad.
Dicho de manera sencilla, estaríamos viviendo en un mundo completamente distinto sin abejas, sin mencionar el costo altamente sustancial que se sufriría por su desaparición. Así que aunque no necesariamente nos extinguiríamos, si esta tendencia hacía la baja persiste, un mundo sin el zumbido de las abejas definitivamente nos afectaría.
Referencias: Global Research, Science Daily, ASAP Science, MBGnet