Cuando uno viaja en Metro, se encuentra con todo género de vendedores de discos compactos de música. Por 10 pesitos uno puede llevarse a su cantante predilecto, o la colección de éxitos de la música clásica, o de cualquier género. El catálogo de música que los vendedores ambulantes ponen en los vagones del metro son impresionantes. Hoy encuentro este sitio, en el cual el autor de este blog se dio a la tarea de repartir la distribución Ubuntu de Linux en el metro de la ciudad de México, con un costo de 20 pesos. La idea me pareció notable.
La idea de Martín Pérez Martínez (martindupa@gmail.com), que si no me equivoco es quien se ha decidido por esta actividad, por demás curiosa, para promover el software libre, aparte de original puede ser incluso una modesta entrada de divisas. En dos semanas ha vendido 150 copias de Ubuntu, y se ha llevado sorpresas agradables con la misma gente que le compra los discos. He aquí un par de comentarios que hace: “Un señor que se llevó el CD además de los 20 pesos me dio otros 10. Una joven mujer, al parecer estudiante de la UNAM, me interrogó acerca del motivo que me llevó a realizar esta actividad, ella estaba sorprendida, me comentó haber pensado que se trataba de un performance. Un ingeniero en sistemas me dio los 20 pesos sólo como cooperación, no quiso llevar el disco pues él ya usa GNU/Linux. Y así podría pasar la tarde escribiendo más sobre la gente que recibe con agrado a GNU/Linux”. Y remata: “Estoy muy contento con esta nueva actividad en mi vida”.
El promotor del software libre en el Metro capitalino
Obviamente no a toda la gente le ha convencido esta idea. De hecho, en el blog de este curioso personaje también menciona las mentadas de madres y amenazas que ha recibido por parte de algunos lectores de su blog. Lamentable actitud, porque finalmente, la venta de discos de Ubuntu a 20 pesos no viola nada de lo que el software libre permite. Así que ¿por qué tanto malestar para quien finalmente promueve esta posibilidad que contrarresta al software propietario?
Martín dice que el resultado fue una venta de más de mil discos con Ubuntu 7.04 “Feisty Fawn” —en su mayoría— , pues también hubo de “Kubuntu 7.04” y algunos DVD con “OpenSuse 10.2”, todo en un lapso de unos seis meses. Hoy el autor de esta interesante idea de promoción del software libre ya no la ejerce. Prefiere buscar otras alternativas para dar a conocer GNU/Linux en sus diversas distros.