En medio de una competida batalla en el terreno del streaming, Netflix ha decidido subir sus precios en España, incremento que podría dejar en especial desventaja a la plataforma de Los Gatos California.
En horas recientes la casa de populares series como Stranger Things o El Juego del Calamar acaba de anunciar que el costo de su servicio en España crecerá entre uno y dos euros dependiendo el plan contratado.
Luego de que hace dos meses anunciará un aumento similar para toda Europa, a excepción del mercado español, desde ya Netflix tendrá nuevos precios para dicha región.
Desde ahora, los usuarios que deseen contratar el plan básico deberán de pagar 8.99 euros en lugar de los 7.99 euros que se pagaban hasta hace algunas horas.
Precio de Netflix a la alza
Aunque este incremento podría parecer poco gravoso, lo cierto es que los planes superiores han registrado un incremento mayor sobre todo aquellos que permiten el uso de la plataforma en 2 o más dispositivos de manera simultánea.
El aumento de precios ya es visible para los nuevos usuarios, mientras que para las personas que ya contaban con una suscripción se espera que el próximo 18 de octubre se haga oficial el incremento en sus recibos.
¿Una mala estrategia?
Aunque el incremento de precios se ha justificado con la necesidad de la empresa de tener mayor flujo de efectivo para incrementar la producción de contenidos originales, la realidad es que cuando menos en el mercado español, este incremento ubica a Netflix como uno de los servicios de streaming más costosos.
Para darnos una idea, y considerando los precios actuales para aquel mercado, pagar un año de Netflix resultaría 21 euros más caro que contratar las anualidades simultaneas de Disney+, Amazon Prime Video y HBO Max.
La apuesta de Netflix en los últimos años ha sido clara. Más contenido con pocos destellos de éxito. Misma premisa ha adoptado Disney+ con la diferencia de que una gran cantidad de estudios como Marvel o Pixar respaldan su propuesta con contenidos nuevos y otros más que han quedado en la memoria.
Del lado contrario está Amazon Prime Video y HBO Max, servicios que han decidido que la mejor estrategia es lanzar pocas producciones pero con mayores garantías de éxito.
Ante este escenario, el aumento de precios podría ser un movimiento arriesgado si consideramos que la fidelidad de los suscriptores de streaming es cada vez más débil.
Basta con recordar que una reciente investigación firmada por Magid descubrió que el 35 por ciento de los consumidores se suscribe a un servicio de transmisión durante seis meses o menos, y el 22 por ciento planea cancelar una vez que hayan terminado con el programa específico que se registraron para ver.
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