Hace un par de días me llegó un correo de Amazon, en el que me solicitaban documentos como copia de mi pasaporte, un comprobante de domicilio y mi dirección completa. Al principio pensé que era un asunto de phishing pero no, era Amazon quien pedía mis datos. Hice la investigación pertinente y les escribí para que me informaran a cuenta de qué querían mis datos. Me contestaron al día siguiente indicándome lo de siempre, que era para mi protección.
Pues bien, como me advirtieron que, de no contestar con la información, podrían bloquear mi cuenta, decidí enviar la información. Lo verdaderamente inesperado vino cuando descubrí que no podía mandar los documentos por correo electrónico, sino que tenía que mandarlos -por seguridad- vía fax.
¿¡Pero quién manda hoy día un fax!? Pensé que mi tarjeta de red tendría la posibilidad de mandar faxes pero no fue así. Eso es del pasado. Así que me puse a investigar qué hacer.
Hallé un servicio llamado eFax, el cual permite mandar correos electrónicos a un servidor de faxes, mismo que de alguna manera envía la información al fax que uno desea. Si se han mandado correctamente los documentos, el sistema envía un correo indicando que todo salió bien.
El servicio de eFax se puede probar de forma gratuita por 30 días. Hay que ingresar los datos de la tarjeta de crédito para poder usar el sistema, con la promesa de que no se cargará por treinta días ninguna cuota. El sistema le da a cada usuario un número virtual de fax y para mandarlo hay que poner el teléfono de fax (sin guiones), seguido del código “@efaxsend.com”. Así, si se quiere mandar un fax al teléfono 1-206-922-9999, hay que escribir [email protected] en la dirección del correo que uno está armando con los documentos que se quieren enviar. Para decirlo brevemente, es como mandar un correo normal, solamente que la dirección del que recibirá el fax es el teléfono de fax que tenga.
Se supone se puede cancelar en cualquier momento la suscripción pero curiosamente, para ello, hay que hablar a un call center. Es decir, no hay manera de hacerlo desde la página. De hecho, hablé al call center y me dijeron que la única forma de que no me fuesen a cobrar un peso después de la prueba gratuita era llamarles y pedir que cancelaran mi cuenta. Además, si uno no cancela la prueba gratuita, el sistema le empezará a cobrar automáticamente y, ojo, no hay manera de deshabilitar esa opción desde la página.
Esto es un feo truco, porque primero, apuestan a que a uno se le olvide cancelar antes de que se acabe la prueba gratuita. Por otra parte, hay quien le da vergüenza comunicarse al call center para cancelar con un operador. En mi caso tardaron más de 5 minutos antes de que alguien tomara la llamada. Siendo francos, poner una opción para evitar que nos cobren automáticamente debería incluirse por omisión. Siempre parece un truco barato para quien se le olvide cancelar a tiempo. Típico de la mercadotecnia de los vecinos del norte.
Pero más allá de esto, el sistema se ve razonablemente bueno y supongo que habrá quien lo use extensivamente. El servicio de eFax funciona en muchos países y presumen haber enviado y recibido unos mil millones de faxes, lo cual significa que será un buen negocio. El costo de cada fax es como de 1.10 pesos por envío, aunque hay restricciones y, después de la prueba, se cobran 143 pesos por mes.
Si por alguna razón aún requieren mandar faxes con frecuencia, deberían echarle un vistazo al servicio de eFax. Y si su caso es como el mío, pues pruébenlo y recuerden cancelar el servicio a tiempo.
Referencias: eFax