Hoy en día uno podría pensar que usar una Apple II es algo solamente para nostálgicos. Los equipos modernos tienen tantas prestaciones que parece absurdo utilizar una Apple de 8 bits, con a lo más, 128K de RAM, cotidianamente. Sin embargo, no necesariamente es así. La Apple II resultó una máquina muy interesante y robusta en su construcción, tan es así que aún se utiliza. Conozco quien ha restaurado su Apple IIc y que además, la ha limpiado con un líquido especial para que se vea como nueva. Tiene una buena colección de software y cotidianamente encuentra nuevos usos para su antiguo equipo.
El Javo, que es a quien me refiero, y que participa aquí en unocero con muchos comentarios, pocas veces de acuerdo conmigo, consigue muchas de sus partes en los sitios como eBay, por ejemplo. Ahí, si se sabe buscar, se encuentran unas estupendas gangas en estos equipos que mucha gente ya quiere deshacerse de ellos.
Yo creo que las viejas Apple II tienen aún mucho que dar. Por ejemplo, en un trabajo académico que estoy haciendo, hallé que hay un programa escrito en Applesoft BASIC, el cual hay que escribirlo directamente en la Apple. Desde luego, podría sentarme a reescribir el mismo en Delphi, lo cual sería tal vez lo mejor, pero no parece ser que pueda hacerlo en poco tiempo. Quizás me lleve un mes portar todo, contra una semana de teclear y probar el programa en la Apple. Por ello simplemente, pienso que estos equipos tienen una gran vida útil.
Pero curiosamente, no necesito desempolvar mi Apple II (que está bien guardada), para poderla usar. Existen algunos emuladores que son la copia en software de lo que es una computadora Apple //e. Así, puedo correr en mi emulador la imagen de mi Apple II y escribir -y correr- los programas en los que estoy trabajando.
Obviamente, hay mucho software de Apple II que me gustaría usar. Aquí hay un par de problemas: el primero es que probablemente muchos discos -incluso originales- de Apple II, no sirvan, pues el tiempo habrá hecho su labor y ya no puedan leerse. Otra dificultad es que no se consiguen ya estos discos de 5.25 pulgadas fácilmente y entonces, las unidades de discos flexibles son poco utilizables, sino es que ahora sí, obsoletas. Una opción interesante es crear imágenes de los discos de Apple II, las cuales ya muchas están en Internet, en los museos virtuales de Apple II. Otra posibilidad es hacerse de hardware específico para poder comunicar una tarjeta SD con las imágenes de los discos directamente a la Apple II. Hay quienes ya han hecho esto.
Pero aparte del uso que yo le quiera dar a la Apple II, es claro que hay juegos que fueron muy divertidos y que además, nos hacen valorar lo que tenemos hoy en día. Vale la pena regresar al pasado, porque por una parte, nos da horizonte sobre dónde estamos y por otra, saber que muchos conceptos que vemos en las máquinas de 8 bits son literalmente idénticos en las máquinas actuales, claro, siendo estas últimas mucho más rápidas y poderosas.
Referencias: