La fecha llegó. El pasado miércoles por fin Microsoft liberó la versión final de Windows 10. Desde hace meses conocíamos los detalles a través de las versiones previas (beta) de esta nueva versión del operativo de computadoras más usado en el planeta… ojo, de computadoras. Entonces, por fin pudimos descargarlo en varias máquinas y los resultados hasta el momento han sido satisfactorios. ¿Por qué?
Microsoft después del supuesto fiasco de Vista lanzó Windows 7 en octubre del 2009. Todo cambió de repente. Todo funcionaba. La gente estaba realmente convencida de que Windows 7 era un excelente sistema operativo. Así las cosas después llegó Windows 8 en octubre del 2012 y el entorno se complicó. ¿Por qué? Básicamente Microsoft decidió combinar las funciones de tabletas y pantallas touch con la funcionalidad básica de un operativo. Creo que a muchos no nos gustó vivir en este “doble mundo” de las apps y diseños para pantallas touch y el típico escritorio de Windows. Después de muchas quejas de usuarios y de cambios fundamentales dentro de la empresa, finalmente se “saltan” la versión 9 para entregar directamente la 10 hace unos días. ¿Por qué creo que será un éxito?
Sin duda funciona bien hasta el momento. Le han quitado por fin esa doble personalidad y han integrado de vuelta el famoso menú de “Inicio”, ahora con más funciones (qué a ciencia cierta quién sabe si sean muy usadas o no) pero tal vez lo más importante es que llega como la versión salvadora, justo como le pasó a Windows 7 con Vista. Parece que Windows 10 lo está haciendo igual al suplir al 8.
Y otro detalle poderosamente importante: por primera vez no cuesta la mejora y tendrá actualizaciones permanentes. Muchos dicen “justo como lo hace Apple hace años”, en tono de burla. Puede ser. Pero aquí el secreto del juego es que la gran y a veces monolítica empresa ha entendido que o cambia o se las verá muy difíciles en los siguientes años. Sobre todo porque cada vez usamos menos la computadora… ¿o a poco me vas a decir que no esta vez?
Imagen: RoSonic / Shutterstock