«Los sismos no matan, la corrupción sí», es la desgarradora frase que la asociación civil Mexicanos Contra la Corrupción (MCCI) escogió para presentar su plataforma «¿Por qué se cayó mi edificio», un ambicioso ejercicio periodístico que llegó a una conclusión escalofriante sobre el saldo del sismo del 19 de septiembre pasado: Muchas vidas y daños se pudieron haber evitado si en la Ciudad de México se respetaran las reglas para realizar construcciones.
Entre los «hallazgos» que encontraron los realizadores de la investigación aseguran que los ciudadanos nos encontramos desprotegidos en la CDMX ante construcciones defectuosas, promovidas principalmente por autoridades altamente corruptas que otorgan premisos y aprobaciones a edificaciones que no cumplen con los requisitos; y a empresarios inmobiliarios irresponsables y voraces que privilegian el negocio planteando ahorros en materiales y fomentando obras ilegales sin avisar a las autoridades. Incluso llaman a la capital del país «una ruleta rusa».
De acuerdo con los cálculos de MCCI, varias de las 228 muertes registradas en la Ciudad de México (62% de las 369 contabilizadas como saldo oficial del sismo que afectó a cinco entidades de la República) se debieron a construcción de inmuebles que no cumplieron con el reglamento vigente en la Ciudad de México (considerado como uno de los mejores del mundo), promovido después de la tragedia del sismo el mismo 19 de septiembre de 1985, pero que ahora sirve de «ornamento», según concluyen los investigadores.
La crónica de la investigación es también una de opacidad y encubrimiento por parte de las autoridades que no cumplieron con la mayoría de las 800 solicitudes de información introducidas por el equipo, principalmente al Gobierno de la Ciudad de México.
¿Por qué se cayó mi edificio? Una robusta plataforma digital
Para procesar toda la información surgida de esta investigación realizada por casi un año y coordinada por Thelma Gómez, los investigadores revisaron más de 300 inmuebles afectados por el sismo del año pasado, y seleccionaron 28 edificios para realizar lo que llamaron una «autopsia», que en realidad fue un análisis profundo y con la asesoría de expertos en legislación e ingeniería para determinar que tan preparadas se encontraban las construcciones que fueron víctimas del fenómeno.
Los descubrimientos son altamente preocupantes. Un buen ejemplo es el colapsado en la calle Emiliano Zapata, número 56, en la delegación Benito Juárez, donde perdieron la vida dos mujeres. MCCI detalla en una de sus investigaciones que el inmueble se diseñó mal y para su construcción se utilizaron materiales de baja calidad, su cimentación y soldadura eran débiles. A pesar de ello las autoridades dieron su visto bueno a la obra.
El micro sitio montado por MCCI para presentar su investigación incluye apartados para cada una de las 28 edificaciones consideradas en su selección (en la CDMX colapsaron 38 edificios, según cifra oficiales), con datos de afectados, constructoras involucradas e incluso ingenieros que también se vieron involucrados en colapsos del sismo de 1985.
Cuenta también con un catálogo amplio de videos en su canal de YouTube donde relata las historias de Lolas afectados por la tragedia, personas que perdieron seres queridos o su patrimonio por la negligencia de autoridades y empresarios.
También señala que las figuras creadas tras el sismo de 1985 para vigilar y asegurarse de que las obras cumplen con los reglamentos -los Directores Responsables de Obra (DRO) y los Corresponsables en Seguridad Estructural (CSE)- se han vuelto caldo de cultivo para corrupción y firman documentos aprobatorios sin revisarlos. De hecho, varios DROs y empresarios se encuentran en fuga tras el sismo del 19-S.