Una buena y una mala. La buena es que existen actualmente 700 millones de conexiones de Internet de banda ancha móvil en los países que integran la OCDE; la mala es que México está en último lugar de la organización en cuanto a penetración de Internet móvil.
Ya lo sé, esto no es ninguna noticia para los especialistas del sector pero es conveniente analizarlo y ver qué se le puede rescatar.
La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos, mejor conocida como OCDE, tiene como objetivo promover políticas públicas desde la esfera internacional para el crecimiento y desarrollo de los países miembros. Para esta tarea, la organización realiza estudios comparativos periódicos en diversos temas para encontrar las mejores experiencias y trasladarlas a los países que lo necesitan.
En esta ocasión, la actualización a junio de 2012 del comparativo de Internet de banda ancha móvil (wireless broadband en inglés) arrojó un crecimiento acumulado de 18% respecto al año pasado, principalmente impulsado por la compra de tabletas y smartphones. La penetración de banda ancha móvil se refiere a las suscripciones por cada 100 habitantes de al menos 256 kbit/s y contempla a las conexiones inalámbricas tanto satelitales, como fijas inalámbricas y móviles tradicionales, con la excepción de las conexiones a WiFi.
Si medimos por el número total de suscripciones la banda ancha móvil, Estados Unidos lidera la tabla con casi 238 millones de conexiones, seguido de Japón y Corea del Sur con 108 y 52 millones, respectivamente. En esta métrica, México se encuentra en el lugar 12 de 34, con casi 11 millones de suscripciones.
Sin embargo, al calcular la penetración por cada 100 habitantes nuestro país se va en picada al último lugar con 9.8 conexiones por cada 100 mexicanos. En contraparte, la parte alta de la tabla tiene en los primeros lugares a Corea del Sur y Suecia con 104.2 y 101.8 conexiones por cada 100 habitantes. ¡Esto es más de una conexión móvil por habitante sin incluir las fijas en sus hogares y oficinas!
Esta multiplicidad de conexiones por persona responde a distintos dispositivos conectados, es decir, una conexión en tu smartphone, una en tu tablet o en tu laptop, por mencionar algunos; además de estar directamente relacionado con el poder adquisitivo e inversamente determinado por el precio del servicio.
Si bien es cierto que los países que integran la OCDE son mayormente naciones industrializadas, es justo la liga en la que queremos competir dado que nuestra economía es la 14ta a nivel mundial y es el 11ero país más habitado.
Entonces, Internet móvil es un buen salto para la conectividad en comunidades que no empezaron con conexiones fijas al existir una penetración de telefonía móvil (con o sin Internet) cercana a 90 de cada 100 mexicanos. Lo que haría falta para impulsar esta conectividad móvil se puede resumir en 4 eslabones: enseñanza de habilidades digitales, disponibilidad de contenidos relevantes para todos los segmentos de la población desconectada, equipos con capacidad de conexión a internet y suscripciones a banda ancha de calidad y a precios competitivos.
Al ocupar el fondo de la tabla, la ventaja es que solo podemos subir de lugar en el comparativo y dependerá de una responsabilidad compartida entre el gobierno, la industria y la sociedad civil que sólo dotará de beneficios a la población como los que promueve la OCDE, crecimiento y desarrollo económicos. Yo creo que podríamos empezar desde nuestras trincheras por enseñar a utilizar internet a alguien que aún no lo sepa, ¿no crees?