El Robonaut 2, apodado como R2, es un robot humanoide desarrollado por la NASA y General Motors, En Septiembre despegará abordo del Discovery para trabajar a la par de los astronautas en la Estación Espacial Internacional. Parece ser que la fantasía de trabajar con un robot que se ve igual a nosotros cada vez está más cerca a la realidad, sin embargo hay razones más allá de nuestras fantasías y la ciencia ficción, por la cual un desarrollo así es importante y en particular la razón por la cual es importante enviar un robot que se ve como tú al espacio.

R2 trabajará con los astronautas utilizando las mismas herramientas pensadas para los humanos. El investigador de MIT y ex-astronauta Jeffrey Hoffman ha declarado que él se considera un creyente firme en las interacciones entre humanos y robots: “Puedes contruir una sinergia para realizar lo que ni los humanos ni los robots pueden realizar por sí solos.” Por otro lado, investigadores del espacio como David Mindell, historiador de MIT, opinan que los robots con forma humana no son tan buena idea.

El especialista en robots Daniel Wilson opina que el espacio es un entorno único y perfecto para probar la versatilidad de los humanos como de los robots humanoides: “No puedes traer una herramienta para resolver cada problema… Los astronautas no pueden cargar con toda la mierda hasta allá arriba. La situación es como ‘Tengo un desarmador y mi cerebro, y necesito resolver este problema, y no sé cuál será el problema antes de despegar del planeta’. Puedes usar al robot humanoide para que administre todas esas herramientas.”

Por otra parte está el tema sobre quién debería realizar las misiones espaciales. Un robot así podría poner en balance tal discusión. Ciertos especialistas en el desarrollo espacial comentan que son los humanos quienes hacen posible que la financiación de la exploración espacial siga siendo proporcionada, pero que los robots podrían conducir la investigación científica.

El proyecto del Robonaut inició en 1996, la primera versión apareció en el 2000 y en 2006 fue cuando la NASA se alió con General Motors para su desarrollo. Durante su estancia en la Estación Espacial Internacional, el R2 tendrá al principio una posición fija, luego podrá moverse dentro la estación hasta que en unos años podrá involucrarse en actividades extravehiculares.

Fuente: Wired