Simple estadística. Las compañías telefónicas construyen e instalan sus “centrales” utilizando unas variables –cálculos matemáticos- basados en ciertos datos obtenidos por un ingeniero Danés, de apellido Erlang. Así, la empresa sabe cuántos “circuitos” debe tener para atender de forma tradicional –no en casos de emergencia- a cierto número de clientes.
Hasta aquí todo bien, pero, ¿por qué se llenan las carreteras y casetas de cobro en los famosos “puentes vacacionales”? ¿por qué al salir de un partido en el estadio todo es muy lento? ¿por qué los aeropuertos en días festivos están “a reventar”?
Por lo mismo. Es decir, la “capacidad instalada” es una cosa y la demanda es otra. En términos generales, usted puede salir por carretera y pagar la cuota sin mayor contratiempo. También puede entrar y salir a un estadio de fútbol corriendo si quiere, mientras no esté lleno. Exactamente lo mismo aplica a las centrales telefónicas (tradicionales o celulares) que se encuentran instaladas para atender cierta capacidad.
Así es que cuando tiembla, todos queremos comunicarnos con nuestros familiares ¡al mismo tiempo! Y esto, simplemente, será imposible con el estado actual –y seguramente futuro- del modelo de “líneas telefónicas” y “circuitos”.
¿Por qué no falla Internet y sí puedo enviar mensajes por WhatsApp?
Cada llamada telefónica ocupa, digamos, un carril –comparando con las casetas de pago- y hasta que no se libere el coche en turno, podrá pasar el siguiente. Con Internet, precisamente con los famosos “protocolos” de comunicación, los datos viajan en pequeños “paquetes” y es por eso que, siguiendo con la idea de las casetas, se pueden “colar” varios coches pequeños por el mismo lugar y al mismo tiempo. Esta simple analogía sirve para explicar que a pesar de que las líneas normales estén saturadas, sí podamos enviar un mensaje. Seguramente no podremos navegar por el celular a 20Mbps, porque también hay saturación, pero para “mensajear” es suficiente.
Ni hablar. Por lo menos en la Ciudad de México y varias zonas del país vivimos en una geografía con muchos movimientos telúricos. Seguramente tendremos más en el futuro –que esperemos nunca pase a mayores- y cuando queramos reportarnos con nuestros familiares y amigos desde el móvil, siempre será más simple enviar un mensaje instantáneo, hasta que se descongestionen las centrales.