De hecho, si nos ponemos a pensar un poco, Samsung está casi desarrollando su propia identidad de marca, moviéndose fuera del común denominador de Android. Así, de alguna manera, esto le ha dado a Samsung muchos beneficios: sus dispositivos empiezan a verse más como de la marca Samsung en lugar de verlos como dispositivos Android y además, es claro que se están posicionando como la competencia directa al iOS. Las tablets y teléfonos Samsung no parecen ya estar por debajo de lo que pueden hacer los iPads y iPhones, aunque claro, aún la tienda de aplicaciones de Apple domina las tendencias.
Otros fabricantes de productos que usan Android tienen problemas para posicionarse. Samsung, por el contrario,ha logrado utilidades sin duda. Y si puede mantener esta ventaja, podría ser un tema para Google, pues ellos a su vez tienen un ojo puesto en el sector hardware. Sabemos que Google compró Motorola en el 2011 por unos 12.5 mil millones de dólares. Sin embargo, no ha sido remodelada para cumplir con el estándar de ser una empresa de Google. Se supone que la empresa líder en búsquedas en la red piensa que deben fluir sus productos primero al ecosistema y después hacer las transformaciones.
Pero sea como sea, hay un reporte que sugiere que Google pondría unos 500 millones de dólares para el marketing del Moto X, un héroe naciente que busca reestablecer el dominio de Motorola en el espacio de Android. Si Moto X tiene éxito, y si Google decide atacar el espacio del hardware para posicionar su marca, podría incluso sacar a Samsung del núcleo de Android. No parece muy complicado pensar que Samsung podría actualizar su interfaz y hacerla virtualmente irreconocible a Android o bien, sustituirla con apps y contenidos de su propio diseño. Y sí, esto es mucho trabajo: Samsung primero tendría que construir un ecosistema de desarrollo sustancial y entonces, tendría que hacerse de socios que trabajen con contenidos, cadenas de televisión, estudios de cine, músicos, etcétera. No obstante la enorme dificultad de esto, ya Amazon y Apple han demostrado que hacerlo no es imposible.
La pregunta sería entonces: ¿Samsung se lanzaría a este proyecto de largo alcance, es decir, el usar muchos recursos para crear su propio ambiente y ecosistema para sus siguientes versiones de sus teléfonos? o bien, ¿si está dispuesto a transformar su relación simbiótica con Google por una antagónica? Estamos hablando de mercados gigantescos en donde hay una enorme danza de millones. Por ello, es importante seguir a estos gigantes en el futuro.
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