Marte es un planeta misterioso pero de alguna manera la tecnología lo está empezando a hacer accesible. La NASA y otras agencias espaciales han ya colocado sondas que orbitan alrededor del planeta rojo y además, se tienen ya algunas naves como la Curiosity, que está en suelo marciano mandando fotos, analizando los componentes químicos de la tierra en dicho planeta y sacando conclusiones sobre la posibilidad real de que a la larga (o a la corta), podamos los seres humanos colonizar el planeta rojo. Pero en las condicions actuales, ¿es esto posible?
Hay una iniciativa, Mars One, la cual busca que el hombre pise suelo marciano en el 2024. La idea ha atraído a unos 200 mil voluntarios. La misión es sin duda peligrosísima y en principio, quienes vayan a ir no regresarían probablemente. ¿Tenemos la tecnología para que en unos diez años estemos viajando hacia Marte con tripulaciones humanas? La respuesta es afirmativa, si viene de parte del proyecto Mars One, pero estudiantes del MIT consideran el asunto invíable. En el Congreso Internacional de Aeronaútica, celebrado en Toronto, Canadá, los jóvenes científicos dan una serie de argumentos que hacen improbable el viaje humano a Marte. Por ejemplo, si los miembros de la misión llegasen a suelo marciano y empezaran a cultivar lo que van a comer, podrían morir asfixiados en 68 días por exceso de oxígeno provocado por sus cultivos.
Pero eso no es todo, rechazan la afirmación de Mars One que dice que la tecnología con la que contamos es suficiente para poder asentarnos en Marte. Por ejemplo, la estimación de la cantidad de lanzamientos para la fase del pre-despliegue, que ocurriría entre el 2018 y 2023, que consistiría en el traslado de todo el material técnico para que las cuatro personas se instalen en Marte, es a todas luces «demasiado optimista». En el mejor escenario, indican los del MIT, se requerirían unos 15 lanzamientos del cohete Falcon, lo que supone que costaría unos 4500 millones de dólares. Y esto sólo para empezar.
Otro problema es ¿cómo alimentar por unos 8 meses al menos, a los astronautas para que lleguen a su destino? Cada kilo que se sube al espcio cuesta unos 30 mil dólares (dato del Dr. Neri Vela). Así, la propuesta podría ser tener una instalación para el crecimiento de las plantas, el cual deberá estar separada de la nave con los astronautas, pues el exceso del oxígeno podría matarlos. De esto Mars One no dice nada.
Pero asumiendo que la tecnología para producir nitrógeno, oxígeno y agua en la superficie de Marte estuviese en condiciones aceptables (que falta mucho para ello), el sostener el hábitat por unos 130 meses, la necesidad de cambiar por reparaciones lo que sea necesario, implicaría el 62% de la masa de todo lo que se haya llevado desde la Tierra en ese período de tiempo.
Dicho de otra manera, «Mars One es insostenible», comenta Sydney Do, uno de los autores del estudio.
La idea del Mars One es de una fundación holandesa, que probablemente no tenga los fondos necesarios para semejante aventura espacial. La comunidad científica de este rubro ni siquiera les ha hecho caso. Es bonito soñar a veces, pero la realidad sobre esta posibilidad de colonizar Marte sigue siendo algo de la ciencia ficción. Estamos lejos de que sea una realidad.
Referencias: