Por muchos años se ha buscado la solución al torno que usan los dentistas en sus consultorios. El hecho de que con este instrumento perforan los dientes y muelas, para así quitar las caries y el sonido que provocan, amén del dolor que viene implícito, parecen haber obligado a buscar soluciones novedosas. Así entonces, ingenieros de la Universidad de Missouri (MU), en conjunción con Nanova, Inc., han probado en el laboratorio de forma exitosa un cepillado de plasma que sin dolor limpia y prepara las cavidades de los dientes, para después taparlas con amalgamas u otros materiales. No se necesita ninguna abrasión mecánica. Si todo sale bien, podríamos tener los primeros aparatos para dentistas para el 2013.
El proceso, el cual ya se ha probado que no tienen efectos colaterales, toma unos 30 segundos por cavidad y no solamente desinfecta el área involucrada bombardeando con iones a las bacterias, sino que altera la superficie del diente de forma que el material para llenarlo se pega de manera más efectiva.
“Uno de los problemas más importantes en el campo dental es que hay cierto tipo de cavidades que, cuando se trata de restaurarlas, este esfuerzo dura unos 5 a 7 años“. dice Andr Ritts, científico senior de Nanova, Inc. “Por lo que intentamos usar un cepillo de plasma para modificar la superficie del diente para hacer que los materiales con los que se cubren las cavidades se adhieran mejor a esas superficies. Con una mayor adherencia se estima que se incrementará el tiempo de vida de la restauración“.
En los Estados Unidos se hacen unas 200 millones de restauraciones dentales (lo que equivale a unos 50 mil millones de dólares), lo cual significa que es un gran negocio incluso. Hao Li, profesor asociado de mecánica e ingeniero aeroespacial en el Colegio de Ingeniería de la MU cree que con el equipo que están desarrollando de plasma, el costo podría bajar significativamente.
“Un diente puede soportar dos o tres restauraciones antes de que tengan que ser extraído“, dice Li. “Nuestros estudios indican que las cavidades llenas con el tratamiento de plasma podrían incrementar el tiempo de vida de la restauración de la pieza dental. Esto significaría un gran beneficio para el paciente, para el dentista e incluso, para las compañías aseguradoras“. Pero aparte de esto el hecho de que duela menos o prácticamente nada podría hacer que la gente fuese con menos temor al dentista. El sistema de plasma minimizaría las visitas al dentista por lo cual, tan sólo por eso, la idea parece ser buena.
Fuente: GizMag