La madre naturaleza por siempre nos ha inspirado en un gran cantidad de proyectos, pero en algunos casos es preferible imitarla directamente debido a su alta eficiencia. Esto es lo que el Proyecto Plantoid busca al crear robots que reproduzcan la forma de aprovechar la tierra de la misma manera que lo hacen las raíces de las plantas.
Las raíces son los órganos de las plantas que se encargan de la absorción de aquellas materias que precisa el vegetal para obtener energía, crecer y desarrollarse. El Proyecto Plantoid está siendo desarrollado en el Instituto Italiano de Tecnología y se trata de una maquina robótica la cual hace crecer sus raíces de forma autónoma sin necesitar de energía solar, eólica o de baterías, esta planta se alimentará solo de los nutrientes del suelo pudiendo detectar del mismo su nivel de acidez, químicos, temperatura, gravedad terrestre, humedad y básicamente todo lo que una planta normal utiliza para su crecimiento.
El robot, está compuesto por un tallo que contiene un plástico líquido especial, el cual puede ser congelado con la ayuda de luz ultravioleta. Media docena de raíces con la forma de cilindros surgen de este tallo, cada una con un motor, un LED de luz ultravioleta y una batería en su extremo. El motor succiona el plástico líquido, creando y extendiendo cada raíz, a medida que el LED ultravioleta la solidifica. Los investigadores han calculado que los prototipos de raíces robóticas podrían atravesar hasta un metro de tierra real.
Las raíces de esta planta robótica al contrario de las raíces naturales de plantas normales, crecerán de una forma más eficiente yendo siempre al lado donde los minerales y las condiciones sean las más óptimas.
Los objetivos de este proyecto son:
- Extraer y sintetizar los procesos que han estado utilizando las plantas y sus raíces desde siempre para extraer minerales, agua, explorar y adaptarse a diferentes entornos.
- Elaborar hipótesis científicamente comprobables sobre los diferentes aspectos de las raíces de las plantas desconocidos al momento sobre la comunicación entre raíces e información sensorial.
El proyecto comenzó en mayo de 2012, y se extenderá por un total de 36 meses más, con un costo que supera levemente los dos millones de euros. Y aunque de momento, los prototipos no tienen ninguna clase de sistema de control que les permita adaptarse a su entorno, por lo que será necesario desarrollar una nueva generación con sensores integrados, y el software para su funcionamiento, el futuro de esta tecnología parece muy prometedor.
Referencia: Plantoid