Tim Berners-Lee es uno de los hombres más importantes de las últimas décadas. Y aunque probablemente su nombre no te sea tan conocido como el de Steve Jobs o Bill Gates, Tim Berners-Lee es el hombre que creó la World Wide Web, conocida normalmente como web. 

Sin embargo, Tim Berners-Lee lleva años hablando sobre su preocupación sobre el daño que le están haciendo las empresas y los gobiernos de la web, y cómo los primeros la censuran a su antojo, y los segundos hacen dinero a como de lugar por encima de los usuarios. 

El contrato para la web

El plan del padre de la web es en términos generales un contrato que involucra a las empresas, gobiernos y usuarios de todo el mundo, y con el que busca que se acaben todas estas “malas prácticas” que han desvirtuado la idea con la que él creó la web. 

Dicho contrato fue creado por 80 organizaciones durante el año pasado, en la que por supuesto también está inmiscuida la Web Foundation, creada por el propio Berners-Lee.

El contrato de la web ha sido dividido en 3 partes, y cada una de ella incluye ciertos principios y obligaciones fundamentales que siempres deben cumplirse. En el caso de los gobiernos su contrato incluye las siguientes obligaciones: 

  1. Asegurarse de que todo el mundo pueda conectarse a Internet.
  2. Hacer que la totalidad de Internet esté disponible en todo momento.
  3. Respetar y proteger los derechos básicos de las personas sobre sus datos y su privacidad en la red.

Por otra parte, las empresas deben cumplir con lo siguiente: 

  1. Hacer que Internet sea asequible y accesible para todo el mundo.
  2. Respetar y proteger la privacidad y los datos personales, con el fin de generar confianza en la red.
  3. Desarrollar tecnologías que promuevan lo mejor de la humanidad y contribuyan a mitigar lo peor.

Afortunadamente empresas como Google, Microsoft y Facebook, y todavía se espera que Amazon y Twitter también den su apoyo a la idea de Tim Berners-Lee. 

El Internet gratuito ya llegó a las líneas 8 y 9 del Metro de la CDMX

Por último está la parte que corresponde a la ciudadanía, o a los usuarios de la web, donde se debe cumplir lo siguiente: 

  1. Crear y colaborar en la Web.
  2. Construir comunidades sólidas que respeten el discurso civil y la dignidad humana.
  3. Luchar por la Web

Por ahora no sabemos cómo hará Berners-Lee para que este contrato sea efectivo, pues es necesario que tanto empresas como gobiernos estén de acuerdo, y por ahora eso se ve difícil, sin embargo tampoco luce imposible de lograr.