Las minicomputadoras del pasado, que eran desde luego, mucho más poderosas que las microcomputadoras de 8 bits, estaban en muchos lugares de trabajo, empresas, universidades. Si no me equivoco, Unix se desarrolló originalmente en una PDP que Laboratorios Bell había comprado para el departamento administrativo y que Thompson y Ritchie usaban en los tiempos muertos para desarrollar sus sistemas. Es, pues, una de las máquinas emblemáticas del pasado y ahora revive gracias a una Raspberry Pi.
La PiDP es de codigo abierto y además, se puede comprar un kit con todas las partes. La idea es simple: Tómese un bonito gabinete que tenga luces e interruptores como los que había en la PDP-8. Conéctese a una Pi corriendo Sim H PDP-8, un emulador de la PDP y conéctese con un manejador adecuado al hardware del panel de control. El resultado es que podrá tener una PDP-8 casi original pues la Pi se encarga de echar a andar las luces, los interruptores, todo para que parezca la experiencia real de la antigua minicomputadora.
Se puede echar a andar al PiDP como se echaba a andar la original, cargando el código del bootstrap de la PDP-11. Sin embargo, no hay lectora de cinta de papel. Tal vez éste será el siguiente proyecto en esta idea. Sin embargo, si no se extrañan los ruidos que hacía la lectora de papel al leer la cinta, se puede usar un USB como una cinta de papel simulada. Los discos pueden simularse usando tarjetas SD.
Véase el siguiente video para darse una idea de la PDP-8 funcionando:
La PiDP puede armarse desde cero y no es difícil. Sin embargo, si se desea no tener que hacer el gabinete y fijarse en todos estos detalles, un kit con todas las partes, con un gabinete sin pintar cuesta unos 135 dólares. Todo el juguete casi todo hecho cuesta 155 dólares. Hay que añadir la Raspberry Pi (que el kit no incluye) y algunas tarjetas SD, hubs USB, etcétera. El kit es esencialmente el panel de control con interruptores y luces. Se puede conseguir uno completo por unos 200 dólares, lo cual parece una ganga.
Pero más allá de la simulación de la PDP-8, este proyecto permite experimentar con un procesador y estar viendo lo que está haciendo, pues el estado del mismo se ve en los registros luminosos en forma de patrones. Es una buena idea para enseñar los principios básicos de la computación y además, se puede aprender el código binario e incluso octal. Como herramienta de enseñanza parece ideal.
Referencias: