En la Facultad de Ciencias (UNAM) doy un curso sobre proceso digital de imágenes. Para resumirlo, podría decir que los alumnos aprenden a hacer un programa similar a Photoshop o a GIMP, es decir, no se les enseña a usar Photoshop o GIMP, sino a crear la mayoría de los filtros que se pueden ver en esos programas.
Hay que decir que aparte de todos los filtros tradicionales, trabajamos otros que bien pueden ser artísticos aunque muchas veces pueden no gustarnos. La cuestión es ver que la manipulación de pixeles en una imagen es un proceso relativamente sencillo y que los resultados que entrega a veces son sorprendentes.
Pues bien, ya aquí hemos descrito filtros sencillos que hacen fotografías con letras, por ejemplo, o bien usando la técnica de semitonos, que es lo que se usa para imprimir fotografías en tonos de gris, aunque se tengan solamente dos colores nada más, blanco y negro.
Hoy propongo el siguiente reto que parte de una portada de un libro que me regalaron. Se trata de hacer que una fotografía se vea como la que aparece en el libro de Daniel Tammet, “La poesía de los números”, un libro a todo esto muy interesante y agradable de leer. Tammet es un prodigio para las matemáticas y es autista.
Nótese que no es simplemente cambiar tonos de gris por números, sino que digamos que pone varios números en el mismo lugar para hacer que el tono de gris se vea más oscuro. Ésta es una técnica que se usaba cuando las primeras impresoras no podían más que imprimir letras. Así que para poner tonos de gris más o menos oscuros, se usaba la técnica de sobreponer más o menos letras en el mismo lugar.
El reto tendrá como premio una taza de la Morsa. Si el ganador es de provincia, se le mandará un USB de 8 GB al menos, porque mandar una taza por mensajería es ridículamente costoso. Este es un programa sencillo realmente que al concursante no le tomará más de un par de horas.
Se evaluará la velocidad del proceso, el parecido de la foto contra la procesada usando la imagen que aparece más abajo, y comparándola contra la de la portada del libro. Evidentemente, quien gane será anunciado en unocero y hasta tendrá sus quince minutos de fama. Sus programas me los pueden mandar a [email protected] y pueden escribirse en cualquier lenguaje. Es importante señalar que hay que mandar el código fuente, el ejecutable (si procede) y el archivo de resultados pedido. Igualmente, se pide una explicación breve de la estrategia usada. Código documentado tiene más posibilidades de ser considerado el ganador.
Esta es la foto a procesar
Cabe señalar que este concurso busca simplemente alentar el trabajo de la programación y mostrar que puede ser lúdica. Es un concurso de buena fe. Si hay, por ejemplo, dos o más respuestas satisfactorias, ganará quien la haya mandado primero. El ganador cede su código fuente a la comunidad. Es decir, se promueve el código abierto.