Hace un par de sábados, en una de las reuniones de ajedrez que suelo tener ese día, estaba un palindromista famoso, Willy de Winter, Maestro Internacional de Ajedrez, traductor perito y un especialista en idiomas (al menos cuatro y me quedo corto). En esa misma reunión de pronto apareció Merlina Acevedo, que ha sido en twitter todo un fenómeno por sus complejísimos palíndromas, por la longitud de los mismos, que rayan en la locura.
Ya en unocero hablamos de Merlina y de los palíndromas en general, pero en esa reunión a la que hago referencia, le pregunté a Merlina si había palíndromas hechos con palabras y no letras. Vamos, que en los palíndromas normales, la unidad es la letra y por ello por ejemplo, “Sé verlas al revés” (así podría definirse con un palíndroma al palíndroma), se lee igual de principio a fin y viceversa, pero ¿y si la unidad de estos palíndromas es la palabra?, por ejemplo: “Nuevamente comamos, bebamos, comamos nuevamente”. Esto no es un palíndroma en donde se lee de derecho al reves en letras pero si la unidad no es la letra, sino la palabra, entonces estaríamos hablando de un “palíndroma de palabras” (no sé cómo bautizarlo).
Willy de Winter, connotado palindromista y Maestro Internacional de Ajedrez
Merlina me dijo que pensaba que si existían, tenían estos “seudo-palíndromas” ser palíndromas por sí mismos, por ejemplo: “somos seres somos”, pero le puse un ejemplo: “político maldito, maldito político”, y no se cumple esta condición que ella suponía que era obligatoria. Un par de días después, Merlina me mandó uno que halló, en inglés: “Blessed are they that believe that they are blessed” (que más o menos se traduce como esto: “Bendecidos son aquellos que se creen bendecidos” (que en español pierde la propiedad de ser palíndromas por palabras)… Después me mandó un mensaje que decía: “Afortunados no los que somos, ¿somos qué los no afortunados?”, pero no convence. Y lo modificó de esta manera: “Afortunados no somos, somos no afortunados” y acto seguido en un nuevo mensaje me puso éste: “Afortunados no somos muchos, muchos somos no afortunados”. Da la impresión que estos palíndromas hechos con palabras y no con letras son mucho más difíciles de hacer o peor aún, parece ser muy complejo expresar ideas tan sofisticadas como la propia Merlina ha hecho con los palíndromas originales en donde la unidad es la letra.
Merlina Acevedo, con su libro de palíndromas y aforismos
Así pues, en un intento de entender más este problema, el siguiente reto de la programacióbn lúdica no involucra a los programadores necesariamente, sino a todos aquellos que quizás tengan en ingenio para crear palíndromas con palabras y no con letras. Al mejor palíndroma de palabras que se me mande se ganará una taza con el logo de La Morsa más quizás un par de premios más. Pueden mandarme sus palíndromas con palabras a [email protected]. El reto durará un par de semanas. Cabe decir que si no hay buenos palíndromas, el concurso quedará desierto, es decir, no se dará premio alguno, cosa que espero no pase.
Si el ganador es de provincia o fuera de este país, le mandaré una memoria USB de al menos 8 GB. Esto es porque el costo de enviar una taza es ridículamente costoso. Así que por quizás única ocasión, este reto de la programación lúdica no tiene que ver con programación de computadoras, sino con algo más sutil, el ingenio para crear palíndromas de palabras. Esperemos que así le entre más gente a los retos propuestos.