La velocidad de descarga en Internet es uno de los elementos diferenciales a la hora de contratar un servicio, y actualmente la fibra óptica es una de las tecnologías preferidas para conexiones locales en usuarios que buscan tener un servicio mucho más veloz, pues en algunos lugares incluso prometen velocidades de descarga cercanas a 1 Gbps, sin embargo, investigadores de la University College London han logrado conseguir una velocidad de 178,000 Gbps.
Con esta velocidad han logrado obtener un nuevo récord de velocidad de descarga, de hecho, con esta velocidad de 178 Terabits por segundo se podría descargar todo el catálogo de Netflix en menos de 1 segundo, solo para que puedas darte una idea de lo sorprendente que es este logro.
¿Cómo lo han hecho?
La doctora Lidia Galdino, líder del equipo que logró esta récord menciona que para lograr esta transmisión de datos se tuvo que utilizar una gama mucho más amplia de colores de luz de la que normalmente se utiliza en las conexiones de fibra óptica.
Actualmente las conexiones de fibra utilizan un ancho de banda por donde van las longitudes de onda de unos 4.5 THz (Terahercios), pero los investigadores utilizaron un ancho de banda de 16.8 THz, es decir, casi 4 veces el ancho de banda actual permitió obtener velocidades que dicen ser hasta 2 millones más rápidas que las actuales en el mercado.
Claro que no se trató únicamente de usar un mayor ancho de banda, sino que también combinaron diferentes tecnologías de ampliación para aumentar la potencia de la señal, pues según explican en su estudio, buscaron la manera más efectiva de combinar estas señales y así aprovechar al máximo el brillo y polarización de la luz.
Esto no se puede aplicar a las conexiones comerciales, pero sí las puede mejorar
Evidentemente hablamos de un proceso que se llevó en un ambiente controlado y experimental, por lo que es imposible hablar de que se podría usar este mismo proceso en las conexiones existentes para mejorar la velocidad de carga y descarga de datos, pero sí es posible aprender lo realizado por los investigadores para mejorar notablemente las conexiones actuales.
Los mismos investigadores revelan que sería 30 veces más barato aplicar este tipo de técnicas en la infraestructura que ya se tienen en lugar de instalar nueva fibra óptica.
Para ello los investigadores hacen hincapié en que se deben aplicar estas nuevas técnicas en los amplificadores que ya disponen los proveedores de fibra óptica, por lo que podrán obtener muchos mejores resultados con las velocidades alcanzadas.