Sin embargo, la idea de usar diamantes sintéticos con espacios de ntirógeno, defectos que son extremadamente sensibles a los campos magnéticos, han sido una larga promesa para crear magnetómetros eficientes y portátiles. Un chip de diamante tiene una vigésima parte del tamaño de una uña y podría contener trillones de agujeros de nitrógeno, cada uno capaz de medir su propio campo magnético. Para ello, usando una luz láser en dichos agujeros, lo que permite absorber uz y reemitirla, podría dar la información del estado magnético.
«En el pasado, solamente una pequeña fracción de la bomba de luz se usaba para excitar una pequeña fracción de los agujeros de nitrógeno, dice Dirk Englund, uno de los diseñadores del nuevo dispositivo. «Estamos usando casi toda la bomba de luz para medir casi todos los agujeros», indica.
Los investigadores del MIT reportan su nuevo dispositivo en el último número de Nature Physics. El primer autor del artículo es Hannah Clevenson, una estudiante graduada en ingeniería eléctrica, quien es asesorada por los autores senior Englund y Danielle Braje, un físico del Laboratorio Lincoln del MIT.
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