Hace apenas un año salió la última versión de OpenGL. Hoy el Grupo Khronos anuncia la versión 4.4 de su API de gráficas 3D, marcando una lista de cambios menores a la especificación original. El grupo también ha anunciado una especificación provisional de OpenCL 2.0, lo cual permitirá, vía el nuevo API, dar a los desarrolladores más fácil acceso al CPU, a los GPUs y a otros recursos de cómputo dependiendo de qué procesador ejecute el código de forma más eficiente.
El anuncio habla de la cantidad de mejoras en OpenGL 4.4. Hay ahora muchas funciones que se han añadido para portar fácilmente los juegos en Direct3D a OpenGL, lo cual puede ser muy interesante en términos que los desarrolladores de Windows pueden ahora ver hacia OS X o Linux. Aparte de esto, el grupo Khronos ha creado una prueba de conformidad de OpenGL (por primera vez desde OpenGL 2.0), y se ofrece ahora una certificación oficial. Quienes usen OpenGL 3.3 en adelante son elegibles para dicha certificación. Para la versión OpenGL 4.4 esta certificación será un requerimiento. De acuerdo al anuncio: “esto ayudará a reducir las diferencias entre los múltiples desarrollos de terceros, de los drivers de OpenGL, resultando como consecuencia en mejorar en la portabilidad para los desarrolladores”.
En lo que se refiere a OpenCL 2.0, que sirve para escribir programas que hagan procesos en paralelo, muchas de las mejoras ya se habían esbozado en la especificación provisional y están enfocadas a compartir recursos entre el CPU y el GPU. Se busca también que los diferentes procesadores saquen ventaja de la misma memoria virtual compartida. El grupo Khronos espera finalizar la versión 2.0 de OpenCL dentro de los siguientes seis meses.
Ahra NVidia y AMD han salido con declaraciones sobre el soporte para esta nueva versión de OpenGL. Por ejemplo, Intel está por detrás del soporte actual de OpenGL y recientemente han sacado a la luz pública Haswell, que solamente soporta la versión 4.0 de la especificación. Así pues, este tipo de desarrollos toca de manera curiosa a los fabricantes de tarjetas de gráficas y microprocesadores y por ende, parece que deben trabajar más unidos para evitar que se vuelvan incompatibles con el estándar propuesto.
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