Desde hace años, Marte está en la mira de mucha gente (incluida la NASA) como el siguiente lugar a explorar en el Universo. Y, sin embargo, aún es poco lo que sabemos del Planeta Rojo.
Para alimentar esa hambre de Marte que tenemos, la NASA publicó esta semana una imagen capturada por el rover Curiosity del paisaje marciano que en realidad es un megamosaico formado con 216 imágenes individuales y que el rover tardó dos meses en armar.
Las imágenes fueron hechas con la cámara ChemCam RMI del rover Curiosity entre el 9 de septiembre y el 23 de octubre de este año, según dijo la NASA en su blog. Este mosaico es un récord para la misma NASA conjuntando la mayor cantidad de imágenes individuales para poder apreciar el árido paisaje del Planeta Rojo.
La cámara RMI ofrece imágenes en blanco y negro con forma de catalejo, imágenes redondas, y está diseñada para realizar close-ups extremos, con una distancia focal muy lejana. De tal suerte, cuando se unen las imágenes se ve un paisaje a kilómetros de distancia del rover y estas imágenes complementan las observaciones orbitales, dándole a la NASA una perspectiva más parecida a la que tendría una persona parada en la superficie marciana.
El Curiosity permaneció detenido en el sitio de perforación Mary Anning sin moverse desde julio a octubre de este año, realizando diversos análisis de muestras rocosas. Eso abrió la poco común oportunidad de tomar un catálogo de fotos desde el mismo sitio durante un período prolongado. El resultado fueron 216 fotografías que al ser sobrepuestas nos ofrecen una panorámica de 46947×7260 pixeles que cubre una visión de 50 grados azimut en el horizonte de Marte, desde las faldas del Aeolis Mons (conocido como monte Sharp), del lado derecho, hasta el lugar llamado la cresta Vera Rubin, en el extremo izquierdo, todo, dentro del cráter Gale.
“Los recuadros, gracias al alta resolución lograda por [la cámara] RMI, revelan diversas formaciones geológicas, como un campo de olas de arena cerca de la cresta Vera Rubin, y una impresionante variedad de capas”, explica en la publicación de la NASA Stéphane Le Mouélic, un especialista en sensores remotos de Universidad de Nantes, en Francia, que colabora en la misión del Curiosity. “Todas estas características destacan la compleja historia geológica del cráter Gale”.
La panorámica es impresionante en sí misma, y más si la imaginamos con los colores rojos que caracterizan al planeta vecino.