Hace poco se descubrieron las capacidades de los nanotubos de carbón en la construcción de megaestructuras súper resistentes que, en un futuro, podrían ayudar a construir el primer elevador al espacio. Ahora, científicos franceses acaban de crear una especie de tejido conformado por millones de nanofibras que se reconstruyen al ser expuestas a una luz especial. Esta solución podría revolucionar tanto la construcción de productos de plástico (celulares y dispositivos electrónicos) como la de edificios cada vez más altos y seguros.
Además, la capacidad de construir elementos electrónicos a una nanoescala es posible debido a que una sola fibra de este material resulta ser un mil millones de veces más pequeña que un metro.
Esta fibra creada en conjunto con instancias gubernamentales francesas y la Universidad de Estrasburgo cuenta con las propiedades de los metales y los polímeros orgánicos, mismos con capacidades de autorregeneración similares a la piel humana.
Según sus investigadores líderes, Nicolas Giuseppone y Bernard Doudin, su uso electrónico se podría traducir en pantallas flexibles y celdas solares súper delgadas y resistentes.
El método en el que estas nanofibras son fabricadas, supone una alternativa más barata que otros componentes una veintena de veces más fuertes que el acero, entre ellos, los nanotubos de carbón.
Aún queda por encontrarles un uso en varios campos que van desde la arquitectura, como los productos de consumo; por lo que su manufactura comercial podría retrasarse un par de décadas más. Según sus investigadores, sus usos dependen de el control que los científicos tengan sobre la forma en la que las fibras responden ante los haces de luz a los que se les exponen. Unas fibras se estiran, otras se vuelven flexibles. Todo puede pasar.
¿Nuestras futuras ciudades se verán construidas con edificios altos y livianos construidos con tejidos similares? La ciencia no deja de buscar soluciones para nuestra vida diaria y para satisfacer nuestras eternas ansias por consumir lo poco que queda en este planeta.