Un paquete sumamente energético de ondas de radio ha sido detectado por los astrónomos. Señales que aparentemente vienen de más allá de la galaxia y que duran apenas un par de milésimas de segundo, es una nueva clase enigmática de señales que pueden ser observadas en tiempo real, como reportó la Sociedad Real Astronómica.
Llamadas “explosión de señales rápidas”, estos pulsos extremos de energía duran una fracción de segundo. Esto ha confundido a los astrónomos, que no tienen una pálida idea de qué son. Las primeras señales de esta naturaleza se hallaron en el 2007. En ese tiempo, parecía que este grupo de ondas de radio había viajado unos 3 mil millones de años luz antes de chocar con la Tierra; esto es una distancia lejana razonable, incluso para los estándares astronómicos. Sin embargo, hay quienes dudan del origen de las señales. Por ejemplo, ciertos escépticos sugieren que la explosión de señales de radio rápidas podrían venir desde la atmósfera de la Tierra, o desde el centro de la galaxia, entre otras explicaciones.
Por cinco años, los telescopios han estado midiendo estas señales rápidas y eventualmente han observado otra media docena de ellas, aproximadamente. Sin embargo, esto cambió en noviembre del 2012, cuando el Observatorio de Arecibo halló una explosión de ondas rápidas, la cual parecía venir de miles de millones de años luz de distancia. En mayo del 2014, Emily Petroff, de la Universidad de Swinburne, halló una señal rápida casi en el acto de explotar. Ella y sus colegas determinaron que la señal venía de una distancia de unos 5.5 mil millones de años luz de distancia, y que estaba la señal suavemente polarizada, sugiriendo un campo magnético cerca de su origen que habría alineado las ondas en una dirección particular.
Petroff ha diseñado un programa específico para espiar a estas señales rápidas y cuando un pulso es detectado, mueve una legión de telescopios para apuntar a donde se supone está siendo emitida la señal. Así, un grupo de 12 telescopios rápidamente regresan datos que no pueden ser identificados con un origen astronómico conocido. Por ejemplo, se han eliminado las posibilidades de que se trate de supernovas o de explosiones de rayos gamma.
¿Entonces qué son estas señales? Nadie sabe. Hay ya posibles especulaciones: choques de agujeros negros con estrellas de neutrones, erupción de enormes llamas desde estrellas de neutrones magnéticas (llamadas magnetoestrellas), entre otras posibles explicaciones. Pero la realidad es que aún son un misterio y nos hace pensar que a lo mejor el Universo está lleno de cosas asombrosas que aún no son siquiera inimaginables para los seres humanos.
Referencias: